Beato Angelo Carletti de Chivasso, Presbítero Franciscano
Abril 11Martirologio Romano: En Cúneo, del Piamonte, beato Ángel (Antonio) Carletti de Chivasso, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores, insigne en la doctrina, la prudencia y la caridad. († 1495)
Fecha de beatificación: 25 de abril de 1753
Angel Carletti, bautizado con el nombre de Antonio, nació en 1411 en Chiavasso, en el Piamonte. Estudió en su ciudad natal y luego en Bolonia, donde obtuvo la láurea en derecho canónico y civil. Culto, brillante, docto, tenía por delante una brillante carrera, y su madre ya le había escogido mujer de acuerdo con su condición. Pero el joven secretamente ya había decidido desposarse con la pobreza evangélica, la dama de san Francisco y sus frailes.
Angel Carletti, bautizado con el nombre de Antonio, nació en 1411 en Chiavasso, en el Piamonte. Estudió en su ciudad natal y luego en Bolonia, donde obtuvo la láurea en derecho canónico y civil. Culto, brillante, docto, tenía por delante una brillante carrera, y su madre ya le había escogido mujer de acuerdo con su condición. Pero el joven secretamente ya había decidido desposarse con la pobreza evangélica, la dama de san Francisco y sus frailes.
Dio este paso cuando tenía 33 años, después de la muerte de su madre. Sus
bienes los dividió por mitades entre su hermano y los pobres. La Orden de los
Hermanos Menores, que poco antes había perdido a San Bernardino de Siena, lo
recibió con su ingenio, su fe, su espíritu de renuncia. Con tales dotes, Fray
Angel de Chiavasso fue predicador, estudioso y teólogo, polemista y maestro de
almas.
Se confiaron a su dirección personajes como el duque de Savoya Carlos I, y
la Beata Paula Gambara Costa, condesa de Binasco y Santa Catalina de Génova. Y
precisamente para ayudar a los directores de almas compuso su «Suma de los casos
de conciencia», tratados con delicadeza verdaderamente angelical.
Por encargo de Sixto IV predicó la cruzada contra los turcos que ocupaban a
Otranto, en 1480. Fue apóstol en los valles alpinos contra los herejes,
obteniendo espectaculares y conmovedoras conversiones. Pobrísimo por renuncia
voluntaria, fue gran benefactor de los pobres, a quienes defendió de los
prepotentes y de los usureros.
Los breves papales no lograron alejarlo de las responsabilidades
importantes de la Orden, entre ellas la de Vicario General de la Orden. Después
de la edad de ochenta años finalmente pudo volver a ser el humilde hermano en el
convento de Cuneo, donde murió en 1495, y donde todavía hoy se venera su cuerpo
incorrupto.
El 10 de diciembre de 1520, en Wittemberg, el monje rebelde Martín Lutero,
arrojó a las llamas no sólo la bula papal de excomunión, sino también el «Código
de derecho canónico», la «Suma de los casos», del beato Carletti, llamada
comúnmente «Suma angélica», y que el reformador alemán definía como «más que
diabólica». Angel Carletti había muerto un cuarto de siglo antes, en 1495 y es
cierto que si todos los religiosos de la época hubieran sido como él, la
polémica de los reformadores habría perdido mucho de su atractivo.
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Fuente: Franciscanos.net
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