Martirologio Romano: En Escocia, san Magno, mártir, que, siendo príncipe de las Islas Orcadas, abrazó la fe cristiana y, encontrándose en dificultades con el rey de Noruega por acusaciones que se le habían hecho, se presentó desarmado a su colega en el gobierno para firmar la paz, siendo asesinado traicioneramente. († 1116).
Etimológicamente: Magno = Aquel que tiene nobleza y moral; fuerza y
potencia física, es de origen latino.
Fecha de canonización: 11 de junio de 1898 por el Papa León XIII.
A través de su abuela paterna Ingebjørg Finnsdatter, Magno se emparentaba con los reyes noruegos Olaf el Santo y Harald Haardrade. Su padre, Erlend Torfinnson, cogobernaba en las Orcadas junto a su hermano gemelo Pablo Torfinsson.
A través de su abuela paterna Ingebjørg Finnsdatter, Magno se emparentaba con los reyes noruegos Olaf el Santo y Harald Haardrade. Su padre, Erlend Torfinnson, cogobernaba en las Orcadas junto a su hermano gemelo Pablo Torfinsson.
En 1098, el rey Magnus III de Noruega se apoderó de las islas y depuso del
gobierno a Erlend y Pablo, mientras que designó como jarl a su hijo Sigurd. Dada
la corta edad de Sigurd, Haakon Pålsson -hijo de Pablo- se hizo del poder de
facto, enfrentándose a sus primos Magno y Erling, hijos de Erlend.
Magno, sin embargo, estaría al servicio del rey Magnus III de Noruega, y
tomó parte en una expedición vikinga de éste sobre la costa occidental de
Escocia, Inglaterra y Gales. Cerca de la isla de Anglesey, en Gales, la
expedición se topó con una flota galesa, pero Magno, por sus fuertes
convicciones cristianas, se negó a entrar en batalla, y permaneció en cubierta
cantando salmos.
Por esa actitud se enfriaron las relaciones con el monarca noruego, y Magno
tuvo que permanecer un tiempo en Escocia, en la corte del devoto rey Edgar, con
el que tenía cierto grado de parentesco. La Saga de Magno (Magnnussagaen) habla
también de un período de penitencia en casa de un obispo galés y una temporada
en Inglaterra.
En 1105 casó con una joven noble, que según Guillermo de Worcester tenía
por nombre Ingarth, y según eso sería de linaje nórdico. Los esposos vivieron
bajo votos de castidad, y Magno no regresaría a las Orcadas mientras el rey
Magnus III viviera.
A la muerte de Magnus III, Magno Erlendsson decidió regresar a su tierra y
reclamar su herencia. Entonces su primo Haakon Pålson acababa de ser investido
formalmente como jarl de las islas, puesto que Sigurd había marchado a Noruega
para ser coronado rey.
Magno recibió el apoyo de campesinos y de familias poderosas de las islas,
pero Haakon se negó a compartir el gobierno. Sin embargo, los nobles decidieron
que el asunto fuese resuelto por decisión de los dos reyes de Noruega, Sigurd y
Øystein Magnusson. Cuando Magno llegó a Noruega, el rey Sigurd se hallaba en
peregrinación en Jerusalén, y el rey Øystein apoyó a Magno, nombrándolo jarl de
la mitad de las Orcadas. Según las sagas, Magno se distinguió como un buen
gobernante y devoto cristiano.
Tras un breve período de paz, comenzaron las hostilidades entre ambos
bandos. Magno encontró el rechazo de una parte de la clase guerrera que
pretendía continuar con las expediciones vikingas de saqueo por las Islas
Británicas y que ante la negativa de Magno se unió a Haakon.
Se estableció que el lugar de las negociaciones de paz sería la isla de
Egilsay, a donde llegarían Haakon y Magno, cada uno con dos barcos en la semana
santa de 1115, Magno llegó a la isla con dos barcos, pero Haakon llegó con ocho.
Ante la superioridad numérica, Magno ordenó a sus hombres no presentar
batalla.
Al día siguiente, Viernes Santo -16 de abril de 1115-, se encontraron Magno
y Haakon. Magno fue hecho prisionero. Según la tradición, pidió no ser
asesinado, e hizo varias propuestas para que Haakon no cargara con el peso de su
muerte: peregrinar a Roma o a Tierra Santa, ser exiliado a Escocia, o ser
mutilado. La última propuesta fue aceptada por Haakon, pero una asamblea de
jefes guerreros decidió que uno de los dos jarls debía morir. Uno de los hombres
más cercanos a Haakon se negó a matar a Magno, y la tarea sería cumplida por el
cocinero, quien decapitó al prisionero con una hacha. Haakon sepultó el cadáver
de su primo en el mismo lugar de su muerte, en un terreno pedegroso, donde según
la leyenda hagiográfica brotó un césped verde.
Por solicitud de la madre de Magno, los restos fueron trasladados a la
iglesia de Birsay, el lugar donde ella vivía, en la isla Mainland. En ese tiempo
se propagó el rumor de la santidad de Magno, y se produjeron peregrinaciones a
la iglesia desde distintos lugares de las Orcadas, las Shetland y Escocia. Hubo
varios testimonios de milagros, y aunque el jarl había sido asesinado por
motivos políticos, popularmente se le elevó a santo y mártir cristiano.
Mientras Haakon vivió, las peregrinaciones se realizaron en relativa
clandestinidad y el obispo Guillermo el viejo las calificó de actos de
supersticiones, pero posteriormente aceptó el culto e incluso participaría en el
traslado de las reliquias a la iglesia de San Olaf, en Kirkwall, en 1135.
Con el reconocimiento de la santidad de Magno por la Iglesia, Ragnvald
Kalle Kollson, su sobrino, reclamó para sí la parte de las Orcadas perteneciente
a Magno, y comenzó las construcción de una gran catedral en Kirkwall que
albergase las reliquias, la Catedral de San Magno.
Se eligió el día 16 de abril, fecha de su muerte, como su festividad.
Aunque su santidad fue aceptada por la Iglesia Católica desde poco después de su
muerte, el proceso de canonización no se llevaría a cabo sino hasta el 11 de
julio de 1898, por el papa León XIII: Así se convirtió Magno en el único santo
noruego en ser canonizado.
La vida de Magno es relatada por dos sagas islandesas y por la saga
Orkneyinga (Saga de los jarls de las Orcadas), además de que existen
devocionarios en gaélico y latín.
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Autor: Xavier Villalta
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