Abril 6
Martirologio Romano: En Roma, santa Gala, hija del cónsul Símaco, la cual, al fallecer su cónyuge, vivió cerca de la iglesia de San Pedro durante muchos años, entregada a la oración, limosnas, ayunos y otras obras santas, y cuyo felicísimo tránsito fue descrito por el papa san Gregorio I Magno († s. VI).
Martirologio Romano: En Roma, santa Gala, hija del cónsul Símaco, la cual, al fallecer su cónyuge, vivió cerca de la iglesia de San Pedro durante muchos años, entregada a la oración, limosnas, ayunos y otras obras santas, y cuyo felicísimo tránsito fue descrito por el papa san Gregorio I Magno († s. VI).
Etimológicamente: Gala = Aquella que procede de la Galia (región francesa),
es de origen latino.
Santa Gala de Roma, era hija de Q. Aurelio Memmio Simmaco, miembro del senado, durante muchos años consejero del Rey Teodorico, que, sin embargo lo mandó matar en Ravenna (525) por sospechas infundadas de traición. Santa Gala fue entregada como esposa a un joven patricio del que no se conoce el nombre. al año del casamiento enviudó, y pese a que querían casarla nuevamente, prefirió consagrarse a Dios, primero en el ejercicio de las obras de misericordia y más tarde retirándose a un monasterio cerca de la Basílica vaticana.
Santa Gala de Roma, era hija de Q. Aurelio Memmio Simmaco, miembro del senado, durante muchos años consejero del Rey Teodorico, que, sin embargo lo mandó matar en Ravenna (525) por sospechas infundadas de traición. Santa Gala fue entregada como esposa a un joven patricio del que no se conoce el nombre. al año del casamiento enviudó, y pese a que querían casarla nuevamente, prefirió consagrarse a Dios, primero en el ejercicio de las obras de misericordia y más tarde retirándose a un monasterio cerca de la Basílica vaticana.
Afirma San Gregorio que vivió muchos años "en la simplicidad del corazón,
dedicada a la oración, distribuyendo grandes limosnas a los pobres". La decisión
de la joven viuda causó gran impresión en Roma, y sus ecos llegaron lejos. Desde
Cerdeña, en donde por segunda vez se encontraba en el exilio, San Fulgencio de
Ruspe (que a su paso por Roma había tenido ocasión de conocer a la familia de la
santa), le escribió una bellísima carta, casi un pequeño tratado de veintiún
capítulos en los que la confirma en la decisión tomada y le imparte consejos
ascéticos.
Antes de morir la santa tuvo una visión del Apóstol San Pedro invitándola
al cielo. Por esta razón San Gregorio en sus Diálogos, en el libro IV, dice que
puede demostrarse la inmortalidad del alma, a través de las apariciones y
visiones que tuvieron algunas almas selectas. Según la tradición, mientras la
santa llevaba a cabo una de sus obras de caridad se le apareció la Virgen. La
milagrosa aparición se recuerda en una pintura del siglo XI que se encuentra en
la iglesia de Santa María en Portico en Campitelli.
La fiesta conmemorando tales apariciones, por concesión de la Congregación de Ritos se celebra en Roma el 17 julio, mientras que en el Martirologio Romano se conmemora el 5 de octubre. Hacia la mitad del siglo XVII, por obra de M. A. Anastasio Odescalchi, con el permiso de Inocencio XI, se funda en Roma un hospicio bajo el patrocinio de la Santa. Es allí en donde Juan B. De Rossi desenvolvió durante muchos años su actividad. En 1940, se le dedicó a la Santa una iglesia parroquial.
La fiesta conmemorando tales apariciones, por concesión de la Congregación de Ritos se celebra en Roma el 17 julio, mientras que en el Martirologio Romano se conmemora el 5 de octubre. Hacia la mitad del siglo XVII, por obra de M. A. Anastasio Odescalchi, con el permiso de Inocencio XI, se funda en Roma un hospicio bajo el patrocinio de la Santa. Es allí en donde Juan B. De Rossi desenvolvió durante muchos años su actividad. En 1940, se le dedicó a la Santa una iglesia parroquial.
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Fuente: oremosjuntos.com
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