Beato Falco de Palena,
Eremita
Agosto 9
Martirologio Romano: En Palena, de la Calabria, beato Falco,
eremita. s. XI.
Nació en
Taverna en Calabria, en el seno de la antigua y noble familia de los Poerio;
desde muy joven se sintió atraido por la soledad y la vida eremítica. Se retiró
al monasterio de Pesica cercano a su pueblo, en la zona de Cosenza, entre los
basilianos, bajo la disciplina de un santo abad, de nombre
Hilarión.
La
comunidad era ya conocida en toda Calabria por la virtud y santidad de todos los
frailes que la formaban.
En el 980, Calabria fue teatro de ruina y esterminio, a causa de los sarracenos a sueldo de Basilio y Constantino. Del monasterio de Taverna siete monjes (“los siete hermanos”) decidieron marchar a los Abruzos, y alcanzaron la provincia de Abruzo Citra en tierras de los Peligni, el feudo de Prata, en el límite entre Casoli y Civitella Messer Raimondo, junto al río Aventino, actual provincia de Chieti.
En el 980, Calabria fue teatro de ruina y esterminio, a causa de los sarracenos a sueldo de Basilio y Constantino. Del monasterio de Taverna siete monjes (“los siete hermanos”) decidieron marchar a los Abruzos, y alcanzaron la provincia de Abruzo Citra en tierras de los Peligni, el feudo de Prata, en el límite entre Casoli y Civitella Messer Raimondo, junto al río Aventino, actual provincia de Chieti.
Alli construiron algunas estancias y una ermita y se establecieron viviendo en pobreza y santidad, imponiéndose rígidas reglas como verdaderos imitadores de los antiguos monjes de Egipto. Bajo la guía del santo abad Hilarión llevaron vida austera y ayuno. Su conversación consistía en la práctica de la oración y en la recitación de los salmos. Cuando murió el santo abad eligieron como superior al más joven, Nicolás el Griego.
Para dar gracias a Dios fueron en peregrinación a Roma y al regreso uno de
ellos abandonó el grupo por enfermedad. Al morir Nicolás, como no fueron capaces
de elegir nuevo abad, cada uno eligió su camino. Falco decidió regresar a Roma,
y al llegar a Palena, subió a la montaña de Coccia, sintiendo que le faltaban
las fuerzas se vio obligado a quedarse en la villa de
Sant’Egidio.
Decidió continuar su vida de rigores y oración. Por humildad no quiso nunca ser sacerdote, y permaneció como un humildísimo fraile ejemplo de virtud. Murió en este lugar y su cuerpo fue transportado a la iglesia de San Gil donde fue sepultado. Actualmente reposan en la iglesia de San Antonio Mártir en el centro de Palena.
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Fuente: oremosjuntos.com
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