Beato José Javier Gorosterratzu, Sacerdote y Mártir
Agosto 10
Martirologio Romano: En Cuenca, España, Beatos José Javier Gorosterratzu y cinco compañeros de la Congregación del Santísimo Redentor asesinados por odio a la fe († 1936-1938)
Martirologio Romano: En Cuenca, España, Beatos José Javier Gorosterratzu y cinco compañeros de la Congregación del Santísimo Redentor asesinados por odio a la fe († 1936-1938)
Fecha de beaificación: 27 de
octubre de 2013, durante el pontificado de S.S. Francisco
Integran el grupo: José Javier
Gorosterratzu Jauranena, Ciriaco Olarte Pérez de Mendiguren, Miguel Goñi Áriz,
Julián Pozo Ruiz de Samaniego, Víctor (Victoriano) Calvo Lozano y Pedro Romero
Espejo.
Javier Gorosterratzu Juanarena nació el 7 de agosto de 1877 en un
pequeño pueblo del noroeste navarro llamado entonces Urroz de Santisteban
(Urrtoz), en el seno de una familia vascoparlante de agricultores; el segundo de
los ocho hijos del matrimonio formado por José María y Tomasa, recibió las aguas
bautismales al día siguiente del nacimiento, imponiéndole el nombre de José
Javier.
Confirmado a los 4 años, el día
30 de agosto de 1881 en la Parroquia de Santisteban (Navarra) por Mons. José
Oliver Hurtado. Creció y se fue educando en el seno de una familia piadosa y
trabajadora, donde fue iniciado en la piedad, y enviado a la escuela del pueblo
donde aprendió los rudimentos del saber. A los doce años fue a vivir con su
abuelo materno en el pueblo de Labayen (Navarra), con el que se dedicaba al
pastoreo de ovejas y del que se despertó en él la devoción a la virgen María
mediante el rezo del rosario. A los dos años regresó a la casa paterna, y
comenzó a ayudar a sus padres en las faenas del campo. ?
Despertada en él la vocación
sacerdotal, buscó donde poderla vivir. Tocó en varias puertas, pero se encontró
en todas con la misma respuesta: tenía 15 años, y no tenía una preparación
académica adecuada para comenzar la carrera sacerdotal. Pero donde acaban las
respuestas de las personas es donde aparece la contestación de Dios a las
preguntas; Dios que suscitó en Javier la pregunta vocacional a la Vida Religiosa
le ofreció la respuesta en dos misioneros Redentoristas de San Ignacio de
Pamplona que acudieron a predicar por la zona (PP. Bueno y Erviti) y con quienes
contactó; estos le indicaron que se entrevistara con el superior de San Ignacio,
y este lo admitió como postulante para Hermano Coadjutor, por considerar que con
sus 16 años y sin apenas saber castellano era tarde para prepararse para el
sacerdocio. Se le encomendó el oficio de carpintero. ??
Ingresó y fue destinado un
tiempo a Astorga. De allí pasó al noviciado a Nava del Rey (Valladolid), donde
un 8 de septiembre de 1895 vestía el hábito redentorista como Hermano
carpintero. El P. Maestro se dio cuenta de sus capacidades intelectuales, y el 8
de septiembre de 18965 emitía su profesión religiosa como Hermano clérigo; viajó
a Astorga (León) donde, además de estudiar la Teología, recibió clases para
alcanzar el nivel cultural necesario en los estudios eclesiásticos. Por su
tenacidad, su trabajo y su motivación vocacional y sacerdotal, terminó
brillantemente sus estudios y se ordenaba de sacerdote el 28 de septiembre de
1903. Destinado al Seminario menor de los Redentoristas en El Espino (Burgos)
como professor y de allí al Seminario mayor de de los Redentoristas como
professor de Ciencias y de Filosofía, hasta 1913 en que es destinado como
Misionero en vasco y castellano a Pamplona. Allí estará hasta mayo de 1927 en
que es destinado a la madrileña comunidad de San Miguel, donde estará hasta 1930
en que vuelve por 3 años a Pamplona. Y en 1933 es destinado a Cuenca, donde le
sorprenderá la persecución religiosa y la muerte.?
LA MISIÓN DE SU
VIDA
Personalmente va a sobresalir en
él su talento y espíritu agudo de carácter nervioso y su cariño a su tierra;
durante toda la vida le va a caracterizar su talante austero, su bondad
personal, la facilidad de trato y dulzura en sus palabras, su tesón y su
espíritu austero, y su incondicional entrega y su inteligencia, expresadas en
sus opiniones, consejos y palabras. Hombre de estudio, oración, celo en su
entrega a las personas e intenso trabajo pastoral. En su vida como Misionero
Redentorista va a estar caracterizada además de por la investigación y la
profundización en Filosofía y en Historia, por la actividad misionera,
predicador de ejercicios y director espiritual confesor de religiosas y
seglares; fue buscado por el don de consejo y su facilidad para la escucha; su
dirección espiritual era a la par suave y enérgica, basada sobre un espíritu de
fe. Además de las predicaciones en numerosas parroquias, Conventos y Monasterios
de Religiosas supieron aprovecharse de su sabiduría; en la portería de la
Comunidad redentorista iruñesa no eran pocos los seglares y sacerdotes que lo
reclamaban para la reconciliación y el consejo.
Pero su persona no sólo destacó
en el campo de la espiritualidadidad, sino que fue historiador apasionado por
los temas vascos, por lo que recibió algunos reconocimientos. Cuando murió
estaba preparando una obra sobre el Cardenal Carranza, para la cual había
obtenido ya permisos para consultar en Roma en los Archivos Vaticanos; pero le
sorprendió la persecución religiosa y la obra, que la llevó consigo al Seminario
para ir corrigiendo las pruebas de imprenta, desapareció con su
muerte.
PERSECUCIÓN Y
MARTIRIO
Según el H. Benjamín, salió unos
días antes de la comunidad, a causa de su temperamento nervioso. Como estaba
terminando su obra, llevó tarea para proseguirla fuera, y se refugió en la casa
de Elpidio Miranzo, donde permaneció varios días. A finales de julio de 1936
quisieron los milicianos registrar la casa, pero Elpidio les pudo convencer que
no tenía a nadie. Esto propició que el 28 de julio pidiera al Sr. Obispo ser
recibido en el Seminario por parecer el sitio más seguro. Aquí, en el Seminario,
se había refugiado el Sr. Obispo y otros muchos sacerdotes y éste estaba
custodiado por la Guardia Civil. Pero el día 29 la Guardia Civil cedía su puesto
a las milicias populares, quedando el Seminario y sus moradores a su
merced.
Conocida la muerte de los PP.
Goñi y Olarte, y la del Sr. Obispo, y descubriendo la situación en la que se
encontraban en el Seminario, convertido prácticamente en una cárcel, los
testigos nos dicen que el P. Javier se vino abajo y le entró una crisis de
ansiedad. Tuvo que afrontar su destino trágico y darle sentido a su vida y a su
previisible muerte desde su fe y su Profesión Religiosa. Parece que el ambiente
martirial que comenzó a vivirse en el Seminario le facilitó el asumir su muerte
y disponer de su vida como fidelidad a la fe y broche de oro a la Profesión
Religiosa y Voto y Juramento de perseverancia como Misionero Redentorista. Uno
de los Superiores del Seminario de Cuenca (D. Camilo Fernández de Lelis)
refugiado allí con él manifestó: "todos tratábamos de prepararnos
espiritualmente puesto que creíamos que eran inminentes esos momentos en que
podrían darnos la muerte.
Puedo concretame referir en
cuanto al P. Gorosterratzu como en una de estas reuniones en que comentábamos la
probabilidad ya de nuestra muerte él manifestaba piadosa e ingenuamente que
terminaba de hablar con Jesús en la Capilla y le había dicho que él estaba
dispuesto a sufrir el martirio pero que si podría ser más adelante le agradaría
poder terminar la historia que estaba escribiendo. ...su nerviosismo
temperamental ... se revestía en aquellos momentos trágicos, se manifestaba, con
impresiones más vehementes, más fuertes; ... su conformidad con la voluntad de
Dios - de la que yo creo haber hablado - paliaba o templaba estos sus mismos
nerviosismos y excitaciones. Yo salí del seminario el día seis de agosto de mil
novecientos treinta y seis, y no supe ya nada de los últimos momentos, de los
últimos momentos del P. Gorosterratzu".
A las 2 de la madrugada del día
10 de agosto de 1936 se abrieron las puertas del Seminario y bajaron por las
calles 4 personas. Sor Escolástica Nuin Goroterratzu, una monja Benedictina
refugiada en el Asilo de las Hermanitas, vecino al Seminario, pudo ver como
sacaban a su tío, el P. Javier Gorosterratzu junto con otros, con las manos
atadas atrás, camino del martirio. La H. Luisa nos ha manifestado que ha visto
salir al P. Gorosterratzu escoltado en compañía del H. Victoriano. Su cadáver
fue recogido a la mañana siguiente en el camino del cementerio de Cuenca con
varios disparos en la cabeza (Cf. Acta de defunción: Registro civil de Cuenca,
Sec. 3ª, Tomo 42, Folio 327, Número 648). Inhumado en la fosa común, fue
exhumado en 1940 e inhumado en el panteón de los Redentoristas; exhumado en 1977
y trasladado a Madrid se encuentra en la actualidad en el Santuario madrileño
del Perpetuo Socorro.
S.S. Benedicto XVI firmó el 20
de diciembre de 2012 el decreto con el cual se reconoce el martirio del Siervo
de Dios José Javier Gorosterratzu y cinco compañeros de la Congregación del
Santísimo Redentor, lo cual permitirá su beatificación, misma que se realizará,
Dios mediante, el 27 de octubre de 2013.
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Fuente: testigosdelaredencion.blogspot.com
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