San Roque de Montpellier,
Confesor
Agosto 16
Peregrino y Taumaturgo
Agosto 16
Peregrino y Taumaturgo
Martirologio Romano: En la Lombardía, san Roque, que, nacido en Montpellier, del Languedoc, en Francia, adquirió fama de santidad peregrinando piadosamente y curando por toda Italia a los afectados de peste (c. 1379)
Etimológicamente: Roque = Fuerte como
roca
Este santo se ha hecho famoso en el mundo por los grandes favores que consigue a favor de pobres y enfermos. Su popularidad ha sido verdaderamente extraordinaria cuando a pueblos o regiones han llegado pestes o epidemias, porque consigue librar de la enfermedad y del contagio a muchísimos de los que se encomiendan a él. Quizás él pueda librarnos de epidemias peligrosas.
San Roque nació en Montpellier, de una familia sumamente rica.
Muertos sus padres, él vendió todas sus posesiones, repartió el dinero entre los
pobres y se fue como un pobre peregrino hacia Roma a visitar
santuarios.
Y en ese tiempo estalló la peste de tifo y las gentes se morían
por montones por todas partes. Roque se dedicó entonces a atender a los más
abandonados. A muchos logró conseguirles la curación con sólo hacerles la señal
de la Santa Cruz sobre su frente. A muchísimos ayudó a bien morir, y él mismo
les hacía la sepultura, porque nadie se atrevía a acercárseles por temor al
contagio. Con todos practicaba la más exquisita caridad. Así llegó hasta Roma, y
en esa ciudad se dedicó a atender a los más peligrosos de los apestados. La
gente decía al verlo: "Ahí va el santo".
Y un día mientras atendía a un enfermo grave, se sintió también
él contagiado de la enfermedad. Su cuerpo se llenó de manchas negras y de
úlceras. Para no ser molesto a nadie, se retiró a un bosque solitario, y en el
sitio donde él se refugió, ahí nació un aljibe de agua cristalina, con la cual
se refrescaba.
Y sucedió que un perro de una casa importante de la ciudad
empezó a tomar cada día un pan de la mesa de su amo e irse al bosque a
llevárselo a Roque. Después de varios días de repetirse el hecho, al dueño le
entró curiosidad, y siguió los pasos del perro, hasta que encontró al pobre
llaguiento, en el bosque. Entonces se llevó a Roque a su casa y lo curó de sus
llagas y enfermedades.
Apenas se sintió curado dispuso el santo volver a su ciudad de
Montpellier. Pero al llegar a la ciudad, que estaba en guerra, los militares lo
confundieron con un espía y lo encarcelaron. Y así estuvo 5 años en la prisión,
consolando a los demás prisioneros y ofreciendo sus penas y humillaciones por la
salvación de las almas.
Y un 15 de agosto, del año 1378, fiesta de la Asunción de la
Virgen Santísima, murió como un santo. Al prepararlo para echarlo al ataúd
descubrieron en su pecho una señal de la cruz que su padre le había trazado de
pequeñito y se dieron cuenta de que era hijo del que había sido gobernador de la
ciudad. Toda la gente de Montpellier acudió a sus funerales, y desde entonces
empezó a conseguir de Dios admirables milagros y no ha dejado de conseguirlos
por montones en tantos siglos.
Lo pintan con su bastón y sombrero de peregrino, señalando con
la mano una de sus llagas y con su perro al lado, ofreciéndole el
pan.
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Fuente:
EWTN.com
Nunca había escuchado de ti San Roque, pero ahora que te conozco te pido por la salud de Rocky ayúdalo por favor en memoria de aquel perrito que estuvo contigo se que lo puedes ayudar, gracias amén.
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