Febrero 18
Martirologio Romano: En Rzeszow,
en Polonia, beato Jorge Kaszyra, presbítero de la Congregación de los Clérigos
Marianistas y mártir, que, durante la ocupación militar en tiempo de guerra, fue
quemado por los perseguidores de la Iglesia a causa de su fe en Cristo. (1904-1943).
Nació en Aleksandrowo (Vilna),
Lituania. Sus padres, eran agricultores pobres, de confesión ortodoxa, y en ésta
bautizaron al hijo. Pero a los 18 años él y su madre ingresaron en la Iglesia
Católica. Con veinte años comenzó los estudios de bachiller en el colegio de los
PP. Marianos, y allí maduró su vocación, e ingresó en el noviciado de esa
congregación en Druja.
El día 2 de agosto de 1926 hizo
los primeros votos religiosos y pasó a estudiar filosofía en el colegio de su
congregación en Roma. Terminados estos estudios, pasó a Wilno a hacer los
estudios teológicos. El 20 de junio de 1935 era ordenado sacerdote de los
Clérigos Marianos de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen
María.
Su primer destino fue el de prefecto de estudios en Wilno y en Druja, siendo luego destinado al convento de Rasna como superior, cerca de Brest. Todos conocían la piedad profunda y sincera de este sacerdote, su observancia de las reglas de su congregación, su laboriosidad, su intensa vida interior y su profundo equilibrio espiritual. Hombre amable y sonriente, pronto siempre a ayudar y a prestar su colaboración.
En septiembre de 1939 la región fue invadida por las tropas soviéticas, y tuvo que marcharse a Skorcec, y luego a Lituania. Al sobrevenir la ocupación alemana, en julio de 1942 se marchó a Druja y los superiores le encargaron que fuera parte del grupo misionero que lideraba el beato P. Antonio Leszczewiccz. En el ejercicio de este ministerio hallaría el martirio, pues, capturado, fue fusilado en Rzeszow el 18 de febrero de 1943. Fue beatificado por el papa Juan Pablo II el 13 de marzo de 1999.
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