lunes, febrero 25, 2013

Santa Waldburgis o Walburga de Heidenheim, Abadesa


Santa Waldburgis o Walburga de Heidenheim, Abadesa
Febrero 25

Martirologio Romano: En el monasterio de Heidenheim, en la región alemana de Franconia, santa Waldburgis, abadesa, cuyos hermanos, los santos Bonifacio, Willibaldo y Winebaldo, la convencieron para que pasase de Inglaterra a Germania, donde rigió aquel monasterio, doble de monjas y monjes (779).

Fecha de canonización: El papa Adriano II alrededor del año 870.

Nació en Wessex (Inglaterra) cerca del 710. La leyenda dice que era hija del mítico rey san Ricardo el Sajón —un reyezuelo de los sajones occidentales— y de Winna, hermana de san Bonifacio, apóstol de Germania.

Cuando su padre partió en peregrinación hacia Roma junto con sus dos hijos —los también legendarios san Wilibaldo y san Winibaldo—, Waldburgis (entonces de once años de edad) quedó bajo el cuidado de la abadesa de Wimborne. Pasó 26 años encerrada en el convento inglés, preparándose para las hazañas que llevaría a cabo en Alemania. Gracias a la educación que recibió en Winborne, Walpurga pudo más tarde escribir en latín la Vida de san Winibaldo y los viajes de san Willibaldo por Palestina. Eso la convertiría en la primera escritora de Inglaterra y Alemania. Apenas un año después de su arribo, recibió noticias de la muerte de su padre el rey Ricardo en Lucca (Italia).

Durante este periodo, san Bonifacio estaba sentando los cimientos de la iglesia en Germania. Walpurga viajó a Württemberg para asistir a san Bonifacio. Se convirtió en monja y vivió en el convento Heidenheim, que había sido fundado por su hermano san Wilibaldo. Se encontraba en el actual distrito Weißenburg-Gunzenhausen, vecino al distrito de Eichstätt, en Baviera, que en esa época formaba parte del imperio franco.

Bonifacio fue el primer misionero que pidió ayuda a las mujeres. En el año 748, en respuesta a su pedido, la abadesa Tetta envió a Germania a santa Lioba y santa Waldburgis, junto con muchas otras monjas. Partieron del puerto británico con buen clima, pero se desató en el viaje una terrible tempestad. Waldburgis se arrodilló en el puente de la nave y oró, y rápidamente el mar se calmó. Al arribar al puerto en el continente, los marineros proclameron el milagro que habían presenciado, por lo que Waldburgis era recibida en todas partes con veneración.

En la iglesia de Amberes hay una tradición que dice que la santa pasó algún tiempo allí, en su viaje hacia Alemania. En la iglesia más antigua de la ciudad (que ahora recibe el título de santa Waldburgis), se encuentra una gruta donde se dice que la santa rezaba. Esta misma iglesia, antes de adoptar el Oficio Romano, acostumbraba a celebrar la fiesta de la santa Waldburgis cuatro veces al año.

En Mainz la santa fue recibida por su hermano san Willibald y por su tío san Bonifacio. Después de vivir algún tiempo bajo la tutela de santa Lioba en Bischofsheim, fue nombrada abadesa de Heidenheim, y así quedó cerca de su hermano favorito, san Winibaldo, que gobernaba un monasterio allí.

Después de la muerte de Winibaldo, ella quedó a cargo también de su monasterio. El 23 de septiembre del 776, ella asistió a su hermano Willibaldo a trasladar los restos de su otro hermano Winibaldo. Descubrieron que no había trazas de putrefacción en las reliquias. Un par de años después Walpurga cayó enferma y —confortada por san Willibald— falleció en Heidenheim el 25 de febrero del 779, y ese día lleva su nombre en el calendario católico; pero en algunos sitios —como Finlandia, Suecia y Bavaria (sur de Alemania)— su fiesta conmemora el tralado de sus reliquias, el 1 de mayo.

San Wilibaldo puso su tumba al lado de la de san Winibaldo. Wilibaldo sobrevivió hasta 786. Después de su muerte, la devoción hacia santa Waldburgis declinó gradualmente y su tumba se fue arruinando

Cerca de 870, Otkar, el obispo de Eichstadt, determinó que había que restaurar la iglesia y el monasterio de Heidenheim, que se encontraba casi en ruinas. Declaró que la santa se le había aparecido y lo había amenazado debido a que su tumba había sido profanada por los trabajadores. Entonces se realizó el traslado ritual de sus restos hasta Eichstadt el 21 de septiembre de 870. Fueron instalados en la Iglesia de la Santa Cruz (ahora llamada Iglesia de Sta. Waldburgis. En el año 893 el obispo Erchanbold, sucesor de Otkar, abrió la tumba para arrancar un trozo de su cuerpo para regalarle a Liubula, la abadesa de Monheim. Dijo que el cuerpo estaba inmerso en un precioso óleo que —excepto en la época en que Eichstadt quedó en interdicto y en una ocasión en que unos ladrones lastimaron al encargado de retirar el aceite, continuó fluyendo de su cuerpo (especialmente de sus pechos).

Estas declaraciones hicieron que la santa fuera contada entre los elaephori (santos generadores de aceite). Partes de su cuerpo fueron repartidos a muchas ciudades, como Colonia, Amberes, Furnes y otros, mientras que su óleo ha sido repartido a todos los rincones del globo.
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Fuente: oremosjuntos.com

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