Beato Nicolás Saggio de Longobardi, Religioso
Febrero 2
Febrero 2
Martirologio Romano: En Roma, beato Nicolás Saggio de Longobardi, religioso de la Orden de los Mínimos, que ejerció con humildad y santamente el oficio de portero (1709).
Fecha de beatificación: 17 de septiembre de 1786 por el Papa Pío VI.
El Beato Nicolás les nació en Lombardía (Longobardi) el 6 de enero de 1619, hijo de Fulvio Saggio y Aurelia Pizzini, pertenecientes a una antiquísima familia. Fue el primero de los tres hijos de esta familia. Se cuenta que, en el momento mismo en que nació, una flama misteriosa fue vista resplandecer sobre el techo de su casa, casi como queriendo simbolizar la vida llena de luz que tendría Nicolás. En el día del bautismo le pusieron el nombre de Juan Bautista, que él luego cambió al de Nicolás.
Incluso teniendo una gran inclinación por el estudio, ya que sus padres no
tenían la posibilidad económica, no fue mandado a escuela. Ayudó, pues, a su
padre en el trabajo en el campo. Ya de joven ayunaba varias veces a la semana y
no nunca faltó a la Santa Misa. En alguna oportunidad, su padre le habría dicho
que era algo torpe el dejar de trabajar para ir a la iglesia, entonces él fingió
no sentirse bien y se fue al pueblo a escuchar la Misa. A su regreso, logró
segar el trigo en gran abundancia y con una velocidad prodigiosa. Frecuentaba a
menudo la Iglesia que los Religiosos Mínimos tenían en Lombardía, donde pasaba
días enteros en oración.
A los veinte años, Nicolás decidió entrar a monasterio, pero sus padres
trataron de impedirlo con firmeza. Su madre estaba furiosa por la elección, ya
definitiva de su hijo. Frete a esto Nicolás se quedó ciego, y tan sólo recuperó
la vista cuando sus padres se arrepintieron y lo dejaron libre de seguir su
propia vocación.
Nicolás solicitó el hábito de San Francisco y fue asignado al Convento de
Paula donde entró como hermano lego, por no tener estudios, y por ello nunca
recibió las órdenes sagradas. Acabado el año de noviciado, pasó a Lombardía y
luego a San Marco Argentano, Montalto, Cosenza, Spezzano y Paterno. La fama de
sus virtudes, llegó bien pronto hasta Roma. Justamente en Roma, en el Colegio de
San Francisco de Paola, hacía falta un religioso, el Beato Nicolás fue llamado a
la parroquia cercana al Colegio. Estando allí visitó el Santuario de Loreto.
Volvió tan enriquecido que hizo decir a sus compañeros: “Fray Nicolás era bueno
al ir a Loreto pero ha regresado a Roma santo”.
Siendo ya una figura muy popular, el Beato Nicolás fue enviado, por sus
superiores, a Calabria. Era el año 1693. En aquel período los calabreses estaban
alarmados por los continuos sismos. Los marqueses del Valle lo invitaron a su
feudo en Fiumefreddo, donde vivían con temor, desde que él llegó los temblores
cesaron. En el 1696 Nicolás les fue trasladado a Lombardía. Aquí ejecutó una
serie muy larga de prodigios. Encontrándose una vez en la costa con un pescador,
este se negó a proporcionarle un pez, entonces Nicolás llamó a los peses del mar
que se deslizaron fuera del agua y se dejaron tomar con las manos.
En los últimos años de su vida, Nicolás fue enviado nuevamente a Roma donde
a menudo fue consultado por los papas, por los cardenales y por la nobleza de la
ciudad. Aquí hechos excepcionales demostraron que el Beato Nicolás había
recibido el don de la bilocación. Predijo la fecha de su muerte que llegó a la
medianoche del 2 de febrero de 1709.
=
Fuente: Santiebeati.it
Traducción: Xavier Villalta
Traducción: Xavier Villalta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario