San Pipino o Pepino de Landen, Duque de Brabante
Febrero 21
Jefe de palacio de los reyes de Austrásia, Francia, s. VII. Tras la muerte
de Carlos Martel en 741, sus cargos de mayordomo de palacio fueron repartidos
entre sus dos hijos, Carlomán, mayordomo del palacio de Austrasia, y Pipino,
mayordomo del palacio de Neustria.
Es el periodo en el que la decadencia de la
dinastía merovingia se halla en su justo medio, cuando los jóvenes "reyes
holgazanes" no tienen ya ninguna autoridad y los mayordomos de palacio son los
verdaderos dirigentes del Estado. Carlomán y Pipino se reparten entonces el
poder del reino franco, que gobernarán entre los dos, luchando, en primer lugar,
por devolver la estabilidad a las fronteras del reino.
Comienzan enseguida una
reforma de la Iglesia con la ayuda del obispo Bonifacio y se realizan dos
concilios: el primero en Austrasia, convocado por Carlomán en 742-743; el
segundo por Pipino, en 744 en Soissons (Neustria), en el que adoptará las
decisiones tomadas en el concilio de Austrasia. Esta reforma establecerá la
jerarquía en el seno del clero franco, a cuya cabeza se encuentra Bonifacio
(evangelizador de Germania), como dirigente de los obispos repartidos por las
ciudades del reino.
Pepino, halló el medio para unir la piedad con las riquezas, la santidad y la humildad con las grandezas del mundo. Supo conciliar el favor del rey sin perder la amistad de Dios. Acercábase a menudo al tribunal de la penitencia, siempre con los pies desnudos y los ojos llenos de lágrimas. Sus principales consejeros fueron dos santos obispos. Gracias a sus consejos, vivió en el mundo sin dejarse seducir por sus falsas máximas ni corromperse con sus malos ejemplos.
Pepino, halló el medio para unir la piedad con las riquezas, la santidad y la humildad con las grandezas del mundo. Supo conciliar el favor del rey sin perder la amistad de Dios. Acercábase a menudo al tribunal de la penitencia, siempre con los pies desnudos y los ojos llenos de lágrimas. Sus principales consejeros fueron dos santos obispos. Gracias a sus consejos, vivió en el mundo sin dejarse seducir por sus falsas máximas ni corromperse con sus malos ejemplos.
Murió en el año †646. Manera de vivir como hombre de mundo y como buen
cristiano: No debemos tener miedo de disgustar a los hombres, de atraernos su
desprecio y de llegar a ser objeto de sus burlas, si ello es necesario para
hacer que Dios nos ame y estime. Hemos de salvarnos, cueste lo que cueste. De lo
dicho, sacamos dos conclusiones: nada debemos hacer contra Dios por temor a los
hombres, y nada debemos omitir de lo que pueda contribuir a su gloria, con la
mira puesta en atraernos su estima y su amistad. No trabajamos para los hombres:
ellos no nos recompensarán ni nos castigarán después de esta vida; Dios sólo nos
puede hacer felices durante la eternidad.
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Fuente: oremosjuntos.com
Fuente: oremosjuntos.com
está un poco enredado esta "biografía", pero este tipo es el famoso Pipino el Viejo, sus descendientes no son no son ni mas ni menos que los carolingios, y sus descendientes más modernos son los Borbones, o sea Felipe VI Borbon de España lleva la sangre de este hombre, les dejo el dato saludos...
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