Santa Isabel Picenardi, Virgen Servita
Febrero 19
Martirologio Romano: En Mantua, en Lombardía, beata Isabel Picenardi,
virgen, la cual, habiendo revestido el hábito de la Orden de los Siervos
de María, se consagró a Dios en su casa paterna, recibiendo
frecuentemente la comunión eucarística, dedicándose a la celebración de
la Liturgia de las Horas, a la meditación de las Sagradas Escrituras y a
la devoción a la Santísima Virgen (1468).
Etimologicamente: Isabel = Aquella a quien Dios da la salud, es de origen hebreo.
Fecha de beatificación: Culto confirmado el 10 de noviembre de 1804 por el Papa Pío VII
Isabel, hija de Leonardo Picenardi y de Paula de Nuvaloni, nació
probablemente en Cremona hacia el año 1428. Poco después de su
nacimiento, su padre se fue a vivir con toda la familia a Mantua para
desempeñar el cargo de administrador del Marqués de Gonzaga. Isabel se
educó en esta ciudad y vivió cerca de la Iglesia de san Bernabé, que
entonces era regida por los Siervos de María de la Congregación de la
Observancia, lo que fue motivo de un trato frecuente con los frailes de
nuestra Orden; esta circunstancia no dejaría d influir en la formación
espiritual de la joven Isabel.
Su padre quiso darla en
matrimonio a alguno de los principales de la ciudad, pero ella deseando a
toda costa guardar su virginidad, rehusó con firmeza el matrimonio y a
la edad de veintiún años se consagró a Dios y vistió el hábito de las
“Manteletas”. Primero vivió en la casa paterna a la manera de una
religiosa; luego, al morir su padre, se fue a vivir con su hermana
Ursina, casada con el aristócrata Bartolomé de Gorno. Allí, en una
habitación apartada, pasó el resto de su vida, no lejos de la iglesia de
los Siervos.
Las virtudes más destacadas de la beata Isabel
fueron el amor a la Virgen, la castidad, la fervorosa penitencia, el
espíritu de oración, el amor a la Eucaristía.
Se dedicó con
tanto fervor a la Madre de Cristo que, a imitación suya, quiso guardar
perpetua virginidad. Cultivó con tanta delicadeza la castidad que, en
los últimos instantes de su vida, daba rendidas gracias a Dios y a la
santísima Virgen porque moría conservando intacta la flor de la
virginidad.
A pesar de las diversas enfermedades que padecía,
mortificaba severamente su cuerpo, llevando en todo tiempo un cilicio y
un cinturón de hierro.
En penitencia y oración aguardaba a
Cristo, su Esposo, Cubría de alabanzas al Señor e intercedía por la
salvación de los hombres recitando el oficio divino “según el rito de la
Curia romana” difundido por los frailes mendicantes.
Contra la
costumbre de su tiempo, recibía con frecuencia el pan eucarístico de
manos de fray Bernabé de Mantua. Al final de su vida acudía diariamente
al sacramento de la Penitencia.
Esparcida la fama de su
santidad, la gente acudía a ella para consultarla, pues la consideraba
un oráculo divino; y dado que muchas veces alcanzó para sus
conciudadanos los favores celestiales por intercesión de nuestra Señora,
recibió el apelativo de “confidente de la Madre de Dios”.
Muchas doncellas siguieron su admirable ejemplo y formaron una
fraternidad regular de la Tercera Orden. Un año antes de morir quedó
patente el sincero amor que prodigaba a nuestra Orden pues, además de
otros detalles, legaba a los frailes del convento de san Bernabé el
breviario con el cual cantaba las alabanzas divinas y una suma de
trescientos ducados. Antes de ir al encuentro del Señor, en el instante
en que arreciaban los cólicos – narra el autor de la “Leyenda”, fue
confortada con la presencia visible de Jesús y de su misericordiosa
Madre y de una dulce melodía celestial. Murió el 19 de febrero de 1468.
Su cuerpo fue venerado y custodiado en un sepulcro de la iglesia del
convento de san Bernabé; luego, al desaparecer éste, fue trasladado al
pueblo de “Tor de’ Picenardi”, en a provincia de Cremona. El papa Pío
VII en el año 1804 concedió a toda la Orden la facultad de celebrar la
Misa y el Oficio propios de la Beata.
=
Fuente: Servitascadiz.com
Comunidad Católica Vidas Santas Páginas Católicas... dedicadas a las personas que aman la Vida de los Santos, Beatos, Venerables y Siervos de Dios del Mundo! En la vida de los hombres y mujeres llamados Santos encontraremos un camino a seguir en el deambular por este valle de lágrimas que es nuestra vida en la Tierra. En ella se busca el lema de la Paz, la Tolerancia y la Caridad, en un intento de recoger el máximo de imágenes de Santos
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario