Febrero 15
Escolapio, catequista y modelo de entrega
Roma († 1618) El Venerable
Siervo de Dios Glicerio Landriani, nació el primero de marzo del año mil
quinientos ochenta y ocho en Milán, Italia, clérigo profesado de la Congregación
de los Piaristas, murió el quince de febrero del año mil seiscientos dieciocho
en Roma, Italia, a la edad de veintinueve años. Su proceso de beatificación fue
iniciado el dieciséis de abril del año mil ochocientos noventa y cinco, la
Congregación para las Causas de los Santos (CCS) le dio como número de protocolo
el trescientos diecisiete, la heroicidad de sus virtudes fueron aprobadas y fue
declarado digno de veneración -"Venerable"- el treinta y uno de mayo del año mil
novecientos treinta y uno, si se obtiene un favor o gracia especial atribuida
por la intercesión del Venerable Siervo de Dios Glicerio Landriani, por favor
comunicar a:
Postulazione degli Scolopi, P.zza de'Massimi, 4, 00186 Roma,
Italia.
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Fuente: oremosjuntos.com
Semblanza espiritual
De los muchos colaboradores de Calasanz en los
primeros veinte años de su apostolado educativo en Roma, los más conocidos por
la tradición escolapia son, sin duda, el anciano Gaspar Dragonetti y el joven
Glicerio Landriani. Este último, sobrino de los cardenales Carlo y Federico
Borromeo, había llegado a Roma desde su ciudad de Milán con el deseo de hacer
carrera. A sus veinte años vivía como eclesiástico rico y vanidoso. Dios se
valió de su hermano Fabrizio, obispo de Pavía, para llamarle a la conversión, y
su respuesta a la gracia fue generosa. Se entregó totalmente a ayudar al
prójimo. Entre 1610 y 1611 conoció la obra de las Escuelas Pías y a su Fundador.
Con la ayuda de los Padres Carmelitas de La Scala encontró entre los niños y con
Calasanz y sus compañeros la vocación definitiva de su vida. En 1612 entró en el
grupo, en 1617 inició el noviciado en la nueva Congregación Paulina y murió
medio año más tarde, en febrero de 1618.
A la Congregación naciente aportó, además de su entusiasmo juvenil un tanto exagerado en algunas ocasiones, su propuesta de acompañar a los niños por las calles de vuelta a sus casas y su actuación como catequista, que enriqueció la obra evangelizadora de las Escuelas de Calasanz. Un plan completo al respecto, lo expuso en carta al cardenal Federico Borromeo de quien solicita ayuda para hacer de las escuelas centros de evangelización y catequesis con jóvenes laicos bien formados para esta finalidad. Calasanz veía en el joven Glicerio el futuro responsable de su obra, pero no tardó en darse cuenta de su precaria salud que, efectivamente, le llevó a la muerte a los 30 años. Fue el mismo Santo quien introdujo su causa de beatificación, en la que declaró como testigo de sus virtudes. La única carta que conservarnos de Calasanz a su hijo espiritual comienza así: «Jesús y María tengan siempre ocupado todo el corazón de nuestro carísimo en el Señor, Abate Glicerio». Les dejamos el testimonio de una carta escrita por el Venerable Glicerio Landriani comentando cómo conoció a las Escuelas Pías y de qué manera se sintió llamado a dar su vida al servicio de los niños y de los pobres.
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Oración
Dios grande y misericordioso
que has hecho del venerable Glicerio un instrumento dócil para evangelizar a los niños; haz que su pronta beatificación contribuya a realizar con mayor empeño este ministerio en la Iglesia. Por Jesucristo Nuestro Señor = Vínculo: colegiocristorey.edu.ar Tomado de: colegiocristorey.edu.ar |
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