Agosto
12
Eleazar es un nombre que significa: "Dios me ayuda".
La Santa Biblia, en el 2o. libro de los Macabeos (capítulo 6) narra así la historia de ese mártir.
Eleazar es un nombre que significa: "Dios me ayuda".
La Santa Biblia, en el 2o. libro de los Macabeos (capítulo 6) narra así la historia de ese mártir.
"Eleazar era de los principales especialistas en
explicar al pueblo la Ley del Señor. Era varón de avanzada edad y de muy noble
aspecto. Los enviados del impío rey Antíoco, querían obligarlo a desobedecer la
santa ley de Dios, pero él prefiriendo una muerte honrosa a una vida infame,
dispuso marchar voluntariamente al suplicio del apaleamiento, después de
rechazar valientemente todo lo que iba contra las leyes santas".
"Los
que estaban ecargados de obtener que los israelitas renunciaran a sus antiguas y
sagradas costumbres, lo invitaban a simular que sí hacía lo que la ley prohibía,
aunque no lo hiciera, para que obrando así se librara de la muerte y por su
antigua amistad con ellos alcanzara benevolencia y buen trato."
Tomando una noble resolución, digna de su edad, de la
venerablidad de su ancianidad, del inmejorable proceder que había tenido desde
niño, y sobre todo de su inmensa veneración a las leyes santas dadas por Dios,
se mostró consecuente con lo que profesaba, y pidió que más bien lo enviaran a
la muerte, en vez de hacerle propuestas que iban en contra de su conciencia. Y
dijo estas inmortales palabras: "a mi edad no es digno finjir hacer lo malo,
aunque lo que se haga sea bueno. Porque después muchos jóvenes, creyendo que
Eleazar a los 90 años se ha pasado a las costumbres de los que no tienen ninguna
religión,se podrán desviar, y yo por haber simulado lo que no era cierto con el
pretexto de conservar el poco tiempo de vida que aún me queda atraería deshonra
e infamia a mi vejez. Porque aunque yo lograra en el presente librarme de los
castigos de los hombres, ni vivo ni muerto podré librarme de los castigos que
Dios tiene reservados para los que van contra su santa Ley. Por eso al
sacrificar ahora valientemente la vida, me mostraré digno de mi ancianidad,
dejando a los jóvenes un ejemplo noble, al morir generosamente, con valentía y
nobleza, por defender las leyes de nuestra sagrada religión".
Al
terminar Eleazar de decir las bellas palabras anteriores, se fue enseguida al
suplicio. Los que lo llevaban, cambiaron su suavidad de poco antes en dureza,
después de oír sus valientes declaraciones, y empezaron a apedrearlo sin
compasión.
El,
cuando ya estaba a punto de morir, dijo entre suspiros: "El Señor Dios que posee
la ciencia santa, sabe muy bien que yo pudiéndome librar de la muerte, soporto
por su amor los crueles dolores que produce en mí este apaleamiento, pero en mi
alma lo sufro con gusto porque se trata de demostrarle a mi Dios cuanto lo
quiero y lo estimo". De este modo murió santamente. Y Eleazar no dejó sólo a los
jóvenes sino a todos los creyentes, con su heróica muerte, un ejemplo de
nobleza, valor y generosidad y una invitación a preferir morir antes que
pecar.
No
tengas respetos humanos que vayan contra tu alma. (Eclesiásticos).
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Autor: P. Felipe Santos
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