Beata Eustoquia (Lucrecia) Bellini, Monja
Febrero 13
Venció al demonio
Martirologio Romano: En Padua, en la región de Venecia, beata Eustoquia
(Lucrecia) Bellini, virgen de la Orden de San Benito (1469).
Etimología: Lucrecia = Aquella que gana, es de origen latino.
Fecha de beatificación: El Papa Clemente XIII, que anteriormente fuera obispo de Padua, confirmó su culto en 1760.
Su nacimiento no fue propiamente legítimo, Lucrecia Bellini nació en
Padua en el año 1944, era fruto de la adultera relación mantenida por
una monja del monasterio benedictino de San Prosdocimo con Bartolomé
Bellini; cuando tenía cuatro años de edad el demonio se posesionó de su
cuerpo, quitándole el uso de la razón, y atormentándola prácticamente
toda la vida.
A los siete años fue confiada a las monjas de San
Prosdocimo que mantenían en su monasterio una especie de escuela; la
conducta de la comunidad no era ejemplar, pero Lucrecia despreciaba el
ocio mundano, prefería los retiros, los trabajos y la oración, siendo
muy devota de Nuestra Señora, de San Jerónimo y de San Lucas.
En 1460 el Obispo Jacopo Zeno, tras la muerte de la abadesa, intentó
imponer una mejor disciplina en el monasterio, pero las monjas y las
alumnas de la escuela, se regresaron a sus casas quedándose tan sólo
Lucrecia Bellini en el monasterio.
Entonces vinieron a
reemplazarlas unas monjas del monasterio benedictino de Santa María de
la Misericordia, bajo la guía de la abadesa Justina de Lazzara. Lucrecia
tenía casi dieciocho años, pidió ingresar a la orden, y el 15 de enero
de 1461 toma el negro habito benedictino y cambia su nombre al de
Eustoquia; el demonio que durante algún tiempo la había dejado en paz,
tomó control de su cuerpo, obligándole a realizar actos contarios a la
Regla; llevándola incluso a realizar actos tan ruidosos y violentos, que
las hermanas estaban aterradas que optaron por tenerla atada a una
columna durante varios días.
Más la calma duró poco, luego de
que Eustoquia fuera desatada, la abadesa cayó enferma con un extraño
malestar, ella sospechaba que Eustoquia tenía algo que ver con sus
síntomas, creyendo incluso que practicaba brujería, por lo que fue
obligada a mantener reclusión e ingerir tan sólo pan y agua durante los
siguientes tres meses.
Pero todas estas pruebas no desaniman a
la novicia quien y a todos aquellos que le proponían que retornara al
mundo o que cambiara de monasterio ella les decía que todas aquellas
tribulaciones eran bienvenidas ya que deseaba expiar el pecado del que
ella había nacido, hacerlo allí donde fue cometido, en la soledad ella
se confortaba recitando un rosario o una corana de salmos y oraciones
que ella componía.
Una vez que fue liberada, el demonio volvió a
atormentarla, con flagelaciones sangrientas, nauseas incontrolables y
otras extrañas aflicciones que ella soportaba con una inflexible
paciencia, lo que convenció a las hermanas de sus virtudes, y finalmente
el 25 de marzo de 1465 se admitió su profesión solemne, y como era
costumbre de aquel tiempo, dos años después se le impuso el negro velo
de las benedictinas.
Su vida no fue larga, tubo gran belleza,
pero las posesiones diabólicas, las enfermedades y penitencias, la
habían reducido a casi un esqueleto viviente, por lo que los últimos
años de su vida los pasó casi siempre enferma en una cama, absorta en la
oración y meditación de la Pasión de Jesús.
Ella murió el 13
de febrero de 1469 cuando tenía tan sólo 25 años, su final fue tan
sereno que su rostro pudo recobrar su antigua belleza, el demonio la
había dejado finalmente en paz.
Eustoquia es que el único caso
conocido de un creyente que logró triunfar en su deseo de santidad,
aunque todos su vida fue poseída por el diablo.
Cuatro años
después de su muerte, el cuerpo fue exhumado del sepulcro original, el
que empezó a llenarse de una agua pura y milagrosa, que dejó de surgir
sólo cuando el monasterio fue cerrado.
En 1475 su cuerpo fue
trasladado a la iglesia del monasterio, y en 1720 fue puesto dentro de
una arca de cristal. El monasterio de San Prosdocimo se suprimió en 1806
y el cuerpo de la beata benedictina fue trasladado a la Iglesia de San
Pedro de Padua; sobre el altar de mármol que contiene su cuerpo, se
encuentra una pintura de Guglielmi que representa a la beata pisoteando
al diablo.
Su fiesta religiosa, actualmente oficiada en toda la diócesis de Padua, es el 13 de febrero.
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Fuente: santiebeati.it
Traducido por Xavier Villalta Andrade
Comunidad Católica Vidas Santas Páginas Católicas... dedicadas a las personas que aman la Vida de los Santos, Beatos, Venerables y Siervos de Dios del Mundo! En la vida de los hombres y mujeres llamados Santos encontraremos un camino a seguir en el deambular por este valle de lágrimas que es nuestra vida en la Tierra. En ella se busca el lema de la Paz, la Tolerancia y la Caridad, en un intento de recoger el máximo de imágenes de Santos
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