San Victoriano de Africa, Frumencio y compañeros, Mártires
Marzo 23
Martirologio Romano: Conmemoración de los santos mártires Victoriano, procónsul de Cartago, y dos hermanos de la ciudad de Aguas Regias, y también de Frumencio y otro Frumencio, mercaderes, que en la persecución desencadenada por los vándalos bajo el rey Hunerico, que era arriano, todos ellos padecieron atroces suplicios por su constancia en confesar la fe cristiana, hasta ser coronados con ilustre martirio (484).
Martirologio Romano: Conmemoración de los santos mártires Victoriano, procónsul de Cartago, y dos hermanos de la ciudad de Aguas Regias, y también de Frumencio y otro Frumencio, mercaderes, que en la persecución desencadenada por los vándalos bajo el rey Hunerico, que era arriano, todos ellos padecieron atroces suplicios por su constancia en confesar la fe cristiana, hasta ser coronados con ilustre martirio (484).
Etimológicamente: Victoriano = Aquel que obtiene la victoria, es de origen
latino.
Victoriano era un católico rico en Adrumento. Le nombraron procónsul por Hunerico. Se portó siempre con una gran fidelidad con el rey. Un día este le envió un mensaje pidiéndole que se pusiera de acuerdo con Arrio, el hereje. Victoriano le respondió en seguida diciéndole: ”Confío siempre en Cristo. Si su majestad me quiere condenar, hágalo. Jamás renunciaré a mi fe en la Iglesia católica en la que he sido bautizado”...
Victoriano era un católico rico en Adrumento. Le nombraron procónsul por Hunerico. Se portó siempre con una gran fidelidad con el rey. Un día este le envió un mensaje pidiéndole que se pusiera de acuerdo con Arrio, el hereje. Victoriano le respondió en seguida diciéndole: ”Confío siempre en Cristo. Si su majestad me quiere condenar, hágalo. Jamás renunciaré a mi fe en la Iglesia católica en la que he sido bautizado”...
El rey lo sometió a torturas hasta que murió mártir.
El Martirologio recuerda a otros cuatro mercaderes que fueron martirizados
el mismo día.
Dos eran de Cartago, llamados Frumencio. Otros dos eran hermanos de la
ciudad de Agua Regia. Los cogieron y los llevaron a la Tebaida.
Los dos prometieron a Dios que les permitiera morir juntos por defender su
fe .
Los perseguidores los colgaron al aire libre con pesos gruesos en sus
pies.
Uno de ellos no podía aguantar el dolor y les pidió que lo soltaran un
momento.
Su hermano temía que no fuera fiel a su fe en el Señor. Le dijo:”Hermano,
¿es eso lo que prometiste a Jesucristo?, ¿cómo te acusará en su tribunal?
Estas palabras animaron al hermano. Y entonces dijo a los verdugos: No, no
me suelten. Y murieron mártires. Era en el año 484.
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Autor: P. Felipe Santos
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