Santa Sara, esposa de Abraham y madre de Isaac
Agosto 19
Santa Sara (originalmente Sarai) es una figura de gran importancia en las religiones abrahámicas: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Es principalmente conocida como la esposa de Abraham y la madre de Isaac. Su historia se narra en el Libro del Génesis.
Sara era estéril, una condición que en su tiempo era considerada una gran desgracia. A pesar de las promesas de Dios a Abraham de que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas del cielo, Sara no podía concebir. En un acto de ofrecer una solución según las costumbres de la época, Sara le ofreció a su esclava egipcia, Agar, a Abraham para que pudiera tener un hijo a través de ella. De esta unión nació Ismael.
Sin embargo, Dios reafirmó su promesa directamente a Abraham, anunciándole que Sara daría a luz a un hijo, y que de este hijo se establecería su pacto. Sara, ya anciana, se rió ante la incredulidad de la promesa, dando origen al nombre de su futuro hijo, Isaac, que significa "él ríe".
Milagrosamente, a una edad avanzada, Sara concibió y dio a luz a Isaac. Este evento es central en la fe abrahámica, ya que Isaac es considerado el heredero de la promesa y a través de su linaje se desarrollarían las futuras naciones.
La historia de Sara también incluye un episodio donde ella insiste en que Agar y su hijo Ismael sean expulsados del campamento, temiendo por la herencia de Isaac. Abraham, aunque reacio, finalmente accede por mandato divino.
Sara murió a la edad de 127 años y fue enterrada en la cueva de Macpelá, en Hebrón, lugar que se convirtió en el sepulcro familiar de los patriarcas y sus esposas.
En la tradición cristiana, Sara es venerada como una de las matriarcas del Antiguo Testamento, un ejemplo de fe y de la fidelidad de Dios a sus promesas, a pesar de las circunstancias aparentemente imposibles. Su disposición a confiar en la promesa divina, aunque inicialmente dudara, la convierte en una figura ejemplar. Su historia subraya el tema de la providencia divina y el cumplimiento de las promesas de Dios a través de la fe.
Si bien no es una santa con una festividad litúrgica específica en el calendario romano general, es recordada y venerada dentro del contexto de los santos patriarcas y matriarcas del Antiguo Testamento en diversas tradiciones cristianas. Su vida es un testimonio de la paciencia, la fe en las promesas de Dios y la importancia de la maternidad en la historia de la salvación.
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Fuente: Vidas Santas
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