Febrero 16 - Noviembre 28
S. II. San Honesto nació en la ciudad francesa de Nimes, por los alrededores del año 200. Eran los primeros tiempos del cristianismo, cuando la nueva religión sufría una persecución enconada por parte de los emperadores romanos. San Saturnino, obispo de Toulouse, que tomó a su cargo la cristianización del sur de Francia, extendiéndose hasta Pamplona, entre las innumerables conversiones que hizo de paganos al cristianismo, contó con la del noble romano Honesto, al que ordenó sacerdote y mandó a cristianizar Navarra y Vizcaya. Murió San Honesto en España el año 260.
El término honesto procede del latín "honestus", derivado de "honorem", que mantiene el mismo significado que en español, y que suele definirse como "cualidad de la persona que, por su conducta, es merecedora de la consideración y respeto de la gente y que se comporta guiado por el deseo de mantener y acrecentar la propia estimación".
"Honesto" sería, por tanto, el que se comporta de manera que nunca su conducta empañe su honor.
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Fuente: oremosjuntos.com
San Honesto fue un predicador cristiano del siglo III, prevere de Nimes. Se
conservan pocos datos fiables sobre su existencia y podría tratarse de una
figura legendaria, sin existencia real.
De hecho, la cristianización de Pamplona es posterior a su supuesta vida y,
en el caso que fuese real, no habría tenido la repercusión que le atribuye la
tradición: posiblemente, esta parte de la leyenda sea una invención a partir de
un Honesto real, que problamente predicó en Nimes. Es posible que la leyenda es
creerse para justificar el patronazgo del santo y vincularlo a la ciudad, además
de relacionarlo también con la historia de San Fermín.
Honesto era originario de Nimes, noble según la leyenda. Sin fundamento
histórico, es que fue bautizado por Saturnino de Tolosa, que, llegado de Roma,
comenzaba su viaje de predicación. Juntos, continuaron el viaje para evangelizar
la Galia. En Carcasona, el prefecto romano los encarceló pero un ángel los
liberó. Honesto continuó hasta que Pompelon (actual Pamplona), donde conseguió
atraer el senador Fermo (Firmus), que o bien vivía en la ciudad o sus
alrededores, o era uno de los integrantes de la aristocracia latifundista de la
zona (que entonces residían habitualmente en las ciudades) probablemente por
medio de su esposa Eugenia. El nombrado senador pidió a Honesto que hiciese
venir a Pamplona al propio Saturnino, no se sabe por qué. Cuando éste llegó,
convirtió el senador romano Fermo y su esposa, entre otros ciudadanos, además de
los senadores Fortunato y Faustino (otros terratinentes de la zona, puede ser
que vinculados familiarmente con Firmus) y unos miles de bascones (entre diez
mil y cuarenta mil según diversas fuentes poco rigorosas), entre los cuales se
encontraba el hijo del senador, Fermín de Amiens.
Honesto formó a Fermín y continuó predicando a la región; envió a Fermín a
Toulouse, desde donde marcharía hacia el norte y fue nombrado obispo de Amiens
y, canonizado, será San Fermín. Es improbable que la conversión tuviera el
carácter masivo que se le atribuye a la leyenda. De hecho Pompelon no reunió un
nombre significativo de fieles como para tener obispado y Honesto siguió
actuando a la zona más como un predicador que como un dirigente espiritual
local.
Según algunas fuentes, Honesto marchó, ja anciano, en Tolosa, donde murió
pacíficamente; otras fuentes dicen que Honesto fue martirizado en Pamplona
durante la persecución de Aureliano, hacia 270.
Veneración
La devoción nace en Navarra hacia 1187, cuando llega las relíquias de San
Fermín. Anteriormente, sólo era venerado en Francia, donde algunos templos
decían conservarlas: Saint-Denis de Chatre, la abadía de Yerres (a Versalles) o
San Sernio de Tolosa. Es considerado Apóstol de Navarra y del País Vasco.
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Fuente: es.wikipedia.org/
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