San Pedro de Verona, Presbítero y Mártir Dominico
Abril 6
Calendario anterior: Abril 29
Martirologio Romano: En Milán, de Lombardía, pasión de san Pedro de Verona, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, el cual, nacido de padres maniqueos, todavía niño abrazó la fe católica y, siendo aún adolescente, recibió del mismo santo Domingo el hábito. Dedicado a combatir la herejía, de camino hacia Como cayó víctima de los enemigos, recitando en los últimos momentos el símbolo de la fe († 1252).
Calendario anterior: Abril 29
Martirologio Romano: En Milán, de Lombardía, pasión de san Pedro de Verona, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, el cual, nacido de padres maniqueos, todavía niño abrazó la fe católica y, siendo aún adolescente, recibió del mismo santo Domingo el hábito. Dedicado a combatir la herejía, de camino hacia Como cayó víctima de los enemigos, recitando en los últimos momentos el símbolo de la fe († 1252).
Fecha de canonización: 25 de marzo de 1253 por el Papa Inocencio IV.
San Pedro, mártir dominico, nace hacia 1205, en Verona, la ciudad de la Lombardía italiana presa de la herejía de los Cátaros, propagadores del maniqueísmo en el centro y norte de Italia. Estos herejes puritanos, de espíritu belicoso y sectario. Pedro es un niño muy inteligente, sincero, agradable y firme en sus decisiones; parece predestinado a ser un apóstol del mundo herético; su familia no tiene inconvenientes que la educación del niño esté a cargo de un maestro católico.
San Pedro, mártir dominico, nace hacia 1205, en Verona, la ciudad de la Lombardía italiana presa de la herejía de los Cátaros, propagadores del maniqueísmo en el centro y norte de Italia. Estos herejes puritanos, de espíritu belicoso y sectario. Pedro es un niño muy inteligente, sincero, agradable y firme en sus decisiones; parece predestinado a ser un apóstol del mundo herético; su familia no tiene inconvenientes que la educación del niño esté a cargo de un maestro católico.
Pedro ha crecido. La Universidad de Bolonia tiene fama merecida; pero
todavía goza de mayor influencia Santo Domingo de Guzmán, el Fundador de los
dominicos y sus seguidores que cautivan tanto a estudiantes como a profesores.
Son muchos los que se incorporan a la recientemente fundada Orden de
Predicadores.
Pedro con 16 años, queda fascinado por la palabra ardiente de fray Domingo
de Guzmán y recibe el hábito dominicano de sus manos.
Con ímpetu juvenil se dedica al estudio, la oración y vive la austeridad y
la penitencia con radicalidad; en todo es file imitador de Domingo de Guzmán.
Terminada la formación eclesiástica, es ordenado sacerdote y nombrado Predicador
del Evangelio de Jesús.
Pronto la Región Toscana, el Milanesado y la Romaña conocen a este fogoso
predicador y formidable polemista; se dedicó a la predicación especialmente
entre los cátaros. Una Característica importante es que siempre fue hombre de
diálogo.
Pedro es piadoso, austero y corre la voz de su santidad por todas partes.
Se preocupó de la defensa de la fe, para ello instituyo las "Asociaciones de la
fe" y la "Cofradía para la alabanza de la Virgen María". Fue solícito de bien
espiritual de las hermanas a quienes brindó su consejo y ayuda espiritual. Como
buen religioso es un convencido de la vida de comunidad
Ama a Jesucristo y como Él, experimenta la prueba, el menosprecio de
algunos sectores y el ataque de quienes pensaban distinto. Su presencia
evangelizadora a través de la Predicación continúa con intensidad, su capacidad
organizadora le lleva a coordinar y fundar muchos mas pequeños grupos
organizados. Pero todo esto no hubiera sido posible sin la intensa oración. Se
comenta que un día en su contemplación, en su celda dominicana, recibe la visita
de las Santas Mártires: Inés, Cecilia y Catalina que dialogan en su habitación.
Otros frailes llevan la noticia al Padre Prior. En el Capítulo Conventual es
reprendido y corregido porque ha violado la clausura y ha recibido a mujeres en
su celda religiosa. Su respuesta es un prudente silencio y es enviado al
Convento de la Marca Ancona donde intensifica su estudio y oración... Un día se
desahoga ante un crucifijo: "¿Qué mal he hecho, Señor, para verme como estoy?".
Cristo Crucificado le dice: "Y, yo, Pedro, ¿qué mal hice?". Estas atribuciones
que la tradición le dan, son file reflejo de la intensa comunicación que con
Dios tenía a través de la Oración. Algo que había trascendido a los demás. La
gente de Oración profunda transpira esa experiencia y no have falta que publique
sus experiencias místicas. Por lo general, éstas se convierten en reflexiones
profundas y acciones apostólicas.
El Papa Gregorio IX le conoce y le nombra en 1232 Inquisidor General: Roma,
Florencia y Milán conocerán a este apóstol de Cristo. Los milagros refrendan su
vida abnegada por Cristo y por los hombres.
Sucesivamente es superior de los Conventos de Piaccenza, Como y Génova. En
1243 Inocencio IV confirma a Pedro como Inquisidor General; pero una conjura
pesa sobre él para asesinarle.
Su martirio es como un eco de la muerte de Cristo, pues es fruto de 40
libras (moneda de Milán) . Era el 6 de abril de 1252. Regresaba de Milán a su
Convento de Como, donde era Prior. Cerca de la aldea de Barsalina recibe dos
golpes de hacha en la cabeza, comienza a recitar en voz alta el credo, las
fuerzas le faltan y mojando un dedo en su sangre escribe en el suelo
"CREO"
El Credo es la síntesis de su vida, de su abnegada entrega, de una
fidelidad emocionante a Cristo Crucificado a quien ama. Tenía 46 años. Su cuerpo
es trasladado al convento de Milán.
El 25 de marzo del año siguiente Inocencio IV le canoniza. Es el
protomártir de la Orden Dominicana
Su fiesta se celebra, de acuerdo al actual Martirologio Romano el 6 de
abril.
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Fuente: ACI Prensa
Es Presbítero y Mártir
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