San Simeón Bar Sabas, Ustazades y compañeros, Mártires
Abril 17
Martirologio Romano: En Persia, pasión de san Simeón Bar Sabas, obispo de Seleucia y Ctesifonte, que, por orden del rey persa Sapor II, fue detenido y cargado de cadenas por negarse a adorar el sol y seguir proclamando a Jesucristo libre y valientemente. Encarcelado junto con más de cien cristianos, obispos, presbíteros y de otros órdenes eclesiásticos, fue sometido a torturas, y el Viernes Santo de la Pasión del Señor, ante sus ojos y mientras les exhortaba, todos sus compañeros fueron decapitados, como él mismo lo fue en último lugar. († 341)
Martirologio Romano: En Persia, pasión de san Simeón Bar Sabas, obispo de Seleucia y Ctesifonte, que, por orden del rey persa Sapor II, fue detenido y cargado de cadenas por negarse a adorar el sol y seguir proclamando a Jesucristo libre y valientemente. Encarcelado junto con más de cien cristianos, obispos, presbíteros y de otros órdenes eclesiásticos, fue sometido a torturas, y el Viernes Santo de la Pasión del Señor, ante sus ojos y mientras les exhortaba, todos sus compañeros fueron decapitados, como él mismo lo fue en último lugar. († 341)
Martirologio Romano: También conmemoración de muchos mártires que, tras la
muerte de san Simeón, en todo el territorio de Persia, e igualmente bajo el rey
Sapor II, fueron degollados por causa del nombre de Cristo, entre ellos san
Ustazades, eunuco del palacio real y padrino del mismo rey, que durante el
primer ímpetu de la persecución sufrió el martirio en el palacio de Artajerjes,
hermano de Sapor, en la provincia de Adiabena. († 341)
San Simeón, llamado "Bar Sabas" que significa "hijo del batanero", fue nombrado obispo (Catholicos) de Seleucia-Ctesifonte, en Persia, a raíz del cese del obispo anterior en el 324. Simeón, sin embargo, pronto fue relegado a la función de asistente, debido a la falta de confirmación de la sentencia de destitución, se desconoce comenzó a ejercer realmente como obispo titular. Cuando en el 340 el rey persa Sapor II restableció la feroz persecución contra los cristianos, no dudó en elevar los impuestos al doble y declarar el cierre de todos los lugares de culto. Tomando nota de la pobreza de la mayoría de la gente, Simeón se negó a recoger el dinero requerido, por lo que fue detenido.
Conducido luego ante al rey, se negó a postrarse ante él o adorar al dios
sol, esto fue un pretexto para que las autoridades lo encarcelaran, y junto a él
a un centenar de personas. Simeón logró reconquistar a la fe cristiana a
Ustazades, eunuco de la sala real además de educador del propio soberano, quien
luego también padeció el martirio.
Simeón, junto con el centenar de compañeros (obispos, sacerdotes y miembros
de diversas órdenes religiosas), estuvieron largo tiempo en prisión, hasta que
finalmente —después de ver degollar ante sus ojos a todos sus hermanos en la fe
y la prisión, a los que animaba con gran ardor— fue decapitado.
En ediciones anteriores de Martirologio Romano se mencionaban
explícitamente los nombres de algunos de los compañeros en el martirio de
Simeón: los sacerdotes Abdhaykla y Hananya, y el oficial real Pusayk. Simeón es
puesto cuál cabeza del grupo de mártires en el Breviario Sirio del año 412, así
como en el nuevo Martirologio Romano que pone su memoria el 17 de abril.
En la misma fecha del calendario católico dedica una mención especial a
Ustazades, que con muchos otros cristianos en todas las regiones de Persia
sufrieron el martirio por orden del rey Sapor II. Tal suerte le toco al santo
preceptor en la habitación de Artaserse, hermano del mismo soberano, en la
provincia de Abiadena, cuando arreció el primero frenesí de la
persecución.
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Fuente: santiebeati.it
Traducción: Xavier Villalta
Traducción: Xavier Villalta
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