Santa Kateri (Catalina) Tekakwitha, Virgen Laica
Abril 17 - Julio 14Indígena Americana
Martirologio Romano: En Sault, de la provincia de Québec, en Canadá, Santa Catalina Tekawitha, virgen, la cual, nacida entre los indígenas del lugar, recibió el bautismo el día de Pascua y ofreció a Dios su virginidad, que ya había conservado antes de convertirse, sufriendo muchas amenazas y vejaciones (1680).
Etimológicamente: Katari = Catalina = Aquella que es pura y casta, es de
origen griego.
Fecha de beatificación: 22 de junio de 1980 por el Papa Juan Pablo
II.
Fecha de canonización: 21 de octubre de 2012 por S. S. Benedicto XVI.
Kateri nació en un pueblo cerca de Auriesville, Nueva York en el año 1656 y
era hija de un luchador de la tribu Mohawk. Ella tenía cuatro años cuando su
madre murió de rubéola. Esta enfermedad también atacó a Kateri y desfiguró su
rostro. Luego de este evento que marcó toda su vida Kateri fue adoptada por sus
dos tías y su tío.
Kateri se convirtió al catolicismo durante su adolescencia. Ella fue
bautizada a los veinte años y esto ocasionó una gran hostilidad hacia ella por
parte de su tribu. Aunque tuvo que sufrir grandemente por su fe, ella se mantuvo
firme en sus creencias.
Después de un tiempo Kateri se fue a una nueva colonia indígena en Canadá.
Allí, ella vivió una vida dedicada a la oración, a la penitencia y al cuidado de
los enfermos y ancianos. Cada mañana, aun durante los inviernos más fuertes,
ella se instalaba frente a la puerta de la capilla hasta que la abriesen, a las
cuatro de la mañana, y se mantenía ahí hasta la ultima misa del día.
Kateri era muy devota a la Eucaristía y a Jesús Crucificado. Murió el 7 de
Abril de 1680 a la edad de 24 años y es conocida como la Flor de Pascua de los
Mohawks. A la devoción de Kateri se le atribuye el establecimiento de
ministerios para las tribus indígenas en las Iglesias católicas de los Estados
Unidos. Kateri fue declarada venerable por la Iglesia Católica en 1943 y fue
beatificada en 1980.
Actualmente se está trabajando en el proceso para su canonización. Miles de
personas han visitado sus santuarios, erguidos en San Francisco Javier y en
Caughnawage, lugar natal en Auriesville, Nueva York. Hoy en día siguen habiendo
grandes peregrinaciones a estos lugares históricos y de gran importancia
espiritual.
Fue beatificada el 22 de junio de 1980. Santa Kateri Tekakwitha es la
primera Indígena Americana declarada beata. Su festividad se celebra el 14 de
julio en los Estados Unidos, el martirologio la recuerda el 17 de abril.
Ella es considerada patrona de la naturaleza y de la ecología tal como San
Francisco de Asís.
Aprobado milagro para su canonización
No sucedió en un lugar remoto, en circunstancias confusas, ni have cientos de años... pasó en 2006, en Estados Unidos, en el país mejor comunicado del mundo, en el Hospital Infantil de Seattle y la cámara hiperbárica del centro médico Virginia Mason, bajo la supervisión de un equipo pediatra e interdisciplinar.
Aprobado milagro para su canonización
No sucedió en un lugar remoto, en circunstancias confusas, ni have cientos de años... pasó en 2006, en Estados Unidos, en el país mejor comunicado del mundo, en el Hospital Infantil de Seattle y la cámara hiperbárica del centro médico Virginia Mason, bajo la supervisión de un equipo pediatra e interdisciplinar.
Su protagonista, Jake Finkbonner, tenía cinco años y estuvo a punto de
morir, pero milagrosamente vive... y si no pasa nada extraño vivirá muchos años,
y contará su testimonio bien adentrado el siglo XXI.
El milagro sucedió en 2006 y have tiempo que se conocía, pero solo este
lunes 19 de diciembre de 2011 el vicepostulador de la causa de Kateri Tekakwitha
confirmó que éste es el milagro aceptado en la Congregación de la Causa de los
Santos para canonizar a la joven india. Los expertos médicos del proceso de
canonización y los que atendieron a Jake, según parece probado, no saben por qué
se curó el niño.
Todo empezó cuando Jake tenía cinco años y, jugando al baloncesto en su
ciudad de Sandy Point, se cayó al suelo y se hizo una herida en la boca. Por esa
herida entró la bacteria Fasciitis necrocitante, también llamada Strep A, y, de
forma más popular, la "bacteria devoradora de carne". En realidad no come la
carne pero genera toxinas que disuelven los tejidos a gran velocidad y a menudo
la única forma de salvarse es cortar con rapidez el miembro infectado; así
perdió su pierna en 1994 el antiguo primer ministro de Quebec, Lucien Bouchard,
o quedó sin brazo en 2004 el Nobel de física Eric Allin Cornell.
La madre de Jake, Elsa Finkbonner, lo explica con claridad: "lo normal es
que la gente adquiera esta enfermedad en una extremidad, y la solución más
simple es amputar. Pero no podías hacer eso por Jake, porque la infección estaba
en su cara".
Cada día los doctores del Hospital Infantil de Seattle cortaban más y más
trozos de piel y tejidos, pero la enfermedad avanzaba. Cada día llevaban al niño
a la cercana cámara hiperbárica del centro Virginia Mason: el oxígeno debía
ayudar a ralentizar el proceso. Pero la enfermedad no se detenía. Se extendió
por el cuello y por los hombros. Cada día los médicos pensaban que el niño iba a
morir, pero seguían actuando contra toda esperanza.
Mientras tanto, Elsa y su marido Donny rezaban por su hijo. Donny es
miembro de la nación india lummi, también llamada Lhaq´temish, de los que quedan
unos 5.000, y que son católicos en su mayoría desde que fueron evangelizados por
los oblatos en el siglo XIX. Muchos viven en una pequeña península en la costa
pacífica, cerca de la frontera de Canadá, y sus ancestros controlaban en esas
costas e islas, un pueblo de mar y canoas.
Fueron los médicos los que recomendaron a los Finkbonner que llamaran a su
sacerdote. El padre Tim Sauer atendía la parroquia de la reserva lummi y dos
parroquias más. El padre Sauer llamó al capellán del hospital, conocido suyo,
que le dijo "bien, padre, es muy posible que Jake ya no esté aquí mañana". Así
entendió que Jake podía morir en cualquier momento.
El padre Sauer pensó en la beata Kateri Tekakwitha, hija de un indio mohawk
y una india algonquina raptada, cuyo rostro había quedado marcado por la viruela
en su infancia, y que dedicó toda su juventud a orar y cuidar enfermos. Se dice
que cuando murió, las marcas de su rostro desaparecieron, y todos los enfermos
que había estado cuidando se curaron milagrosamente en el día de su funeral.
Kateri es patrona de los indios, así que Tim Sauer animó a los padres a rezar
pidiendo su intercesión. Lo mismo hicieron en sus tres parroquias, incluyendo la
de la nación lummi, y mucha otra gente alertada por los parroquianos.
Y la enfermedad remitió. Se detuvo la corrupción de tejidos y desapareció
el peligro de muerte. Quedaron las cicatrices y el rostro deformado.
Todavía no circulan declaraciones públicas del equipo médico sobre lo que
pasó, pero sí ha hablado el vicepostulador de la causa, Paul A. Lenz: "ellos
[los médicos de Seattle y los de la comisión del Vaticano] no creen que su
habilidad médica fuese la cura; cada noche pensaban que Jake iba a morir".
Hoy Jake estudia en Bellingham, en la Assumption Catholic School, y le
atrae ser cirujano plástico, pero también arquitecto. Su madre dice que "le
emocionará ver al Papa, sería la guinda del pastel para él". Sigue jugando a
baloncesto y le gustan los videojuegos.
Y tiene un consejo para los que sufren enfermedades que pueden ser
mortales. "No os asustéis en absoluto. En cualquier caso, será algo bueno. Si
vais al Cielo, estaréis en un lugar mejor. Si vivís, volveréis con vuestra
familia", asegura con tranquilidad.
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Fuente: EWTN
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