Beata Maria Alfonsina Danil Ghattas, Fundadora
Marzo 25
Co-fundadora de la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Rosario de Jerusalén
En Ain Karem, Palestina, Beata Maria Alfonsina Danil Ghattas, cofundadora de la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Rosario de Jerusalén. († 1927)
Co-fundadora de la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Rosario de Jerusalén
En Ain Karem, Palestina, Beata Maria Alfonsina Danil Ghattas, cofundadora de la Congregación de las Hermanas Dominicas del Santísimo Rosario de Jerusalén. († 1927)
Fecha de beatificación: 22 de noviembre de 2009, en la basílica de la
Anunciación de Nazaret.
Nacida el 4 de octube de 1843, desde pequeña Mariam Soultaneh, como fue su nombre de pila, sentía una especial devoción a la Vírgen María y al rezo del rosario: “¡Qué madre bella, María! No la puedo describir; ninguna imagen se asemeja ni un poco a su inmensa belleza. ¡Bienaventurado quien goza eternamente!”, dice en uno de sus escritos divulgados por su comunidad.
Nacida el 4 de octube de 1843, desde pequeña Mariam Soultaneh, como fue su nombre de pila, sentía una especial devoción a la Vírgen María y al rezo del rosario: “¡Qué madre bella, María! No la puedo describir; ninguna imagen se asemeja ni un poco a su inmensa belleza. ¡Bienaventurado quien goza eternamente!”, dice en uno de sus escritos divulgados por su comunidad.
Fue gracias a su relación estrecha con María que pudo ver con claridad
cuando tenía sólo 14 años su llamado a la vida religiosa. Su amor a la Virgen le
ayudó a afrontar también algunas dificultades como la oposición de su mismo
padre a su vocación. No obstante en 1860 vistió el hábito en la comunidad de San
José de la aparición tomando el nombre de Marie-Alphonsine.
“Se distinguía por su profunda piedad y firme adhesión a la fe católica.
Fundó la asociación de las Hijas de María y también otra orientada a las Madres
cristianas. Prosiguió su labor apostólica en Belén”, asegura el postulador para
su causa, padre Vito Tomás Gómez, OP.
Tras 14 años de vida comunitaria sintió un fuerte llamado de la misma Madre
de Dios a dejar a las hermanas de San José de la aparición para fundar una
congregación que se dedicara al rezo del rosario. Para ello tuvo que solicitar
una dispensa a Roma y regresar a vivir a la casa de sus padres. Este permiso lo
obtuvo en 1880, luego de muchas dificultades y con la ayuda del padre Josèph
Tannùs Yammìn, un sacerdote del patriarcado latino.
Así, ella junto con otras cinco postulantes comenzaron a formar parte de
esta nueva comunidad. El 6 de octubre de 1883, la hermana Marie-Alphonsine,
quien quiso conservar el mismo nombre como religiosa en su nueva comunidad,
recibió el hábito de la Congregación del Rosario. En 1885 fue admitida para
hacer su profesión y pronunciar sus primeros votos.
Marie-Alphonsine pasó 42 años al servicio de su comunidad: abrió en Belén
un taller para dar trabajo a las jóvenes pobres de la ciudad, luego fue Jaffa de
Nazaret donde asistió a su director espiritual, el padre Tannous Giuseppe hasta
el momento de su muerte. Más tarde fue a Beit Sahur, Salt, Nablus, Zababdeh,
Belén, Jerusalén y, finalmente a Ain Karem, donde mandó fundar un orfanato. Allí
permaneció hasta su muerte muerte el 25 de marzo de 1927.
“¡Oh Señor! ¡Es así que te muestras generoso y que consuelas a los
pecadores que no te suplican! ¿De qué cosa será hecha tu caridad hacia tus
amigos y elegidos? ¡Oh María madre mía! ¿quién te puede comprender? ¿Quién puede
darse cuenta de tu compasión hacia las hijas de tu raza, especialmente aquellas
que se sienten desorientadas en su vida?”, escribió la futura beata.
En todos los lugares donde habitaba concentró su acción en enseñar a leer o
escribir, enseñar los trabajos manuales, fundar confraternidades para mujeres,
enseñar el catecismo y, por supuesto, difundir el rezo del rosario. “La
mortificación de sí mismo atrae gracias inmensas, así como la oración y la
modestia”, repetía constantemente Marie-Alphonsine.
Hoy son cerca de 300 hermanas de la Congregación del Santo Rosario,
presentes en Palestina e Israel, Jordania, Líbano, Siria, Emiratos Árabes
Unidos, Egipto y Roma.
La secretaria general de la Congregación, sor Ildefonsa, explicó en
declaraciones a la agencia italiana Sir, que no sólo la congregación, sino toda
la comunidad cristiana, en especial en Galilea está preparándose desde hace
tiempo para esta ceremonia.
La beatificación "será, para nuestras comunidades cristianas, una
invitación al valor, a permanecer a pesar de las dificultades", añadió la
religiosa.
“Me he donado con una ofrenda total por todo lo que la Divina Providencia
quería de mí. No encuentro ningún mal en aquello que sufro porque soy una
ofrenda del Rosario”, decía Marie-Alphonsine.
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Autor: Carmen Elena Villa | Fuente: Zenit.org
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