San Benito José Labre, Laico, Mendigo Penitente
Abril 16Martirologio Romano: En Roma, Italia, san Benito José Labre, el cual, deseoso desde su adolescencia de una áspera vida penitente, realizó peregrinaciones a célebres santuarios, vistiendo harapos y contentándose con limosnas, dando ejemplo de piedad y penitencia, y regresado a Roma, se entregó a una vida de oración y de pobreza extrema. († 1783)
Etimológicamente: Benito = Aquel a quien Dios bendice, es de origen
latino.
Fecha de canonización: 8 de diciembre de 1881 por el Papa León XIII.
Le importó siempre muy poco que le viera la gente con aspecto desarreglado; tampoco le preocupaba demasiado el lugar más o menos cubierto donde iba a pasar la noche; y lo que menos le tiempo le llevaba era el pensamiento acerca de la disposición y orden de los manjares en la mesa. A decir verdad, más parecía mendigo que monje. Como los primeros, tenía el cielo por techo y por compañía las estrellas, iba de un sitio a otro sin más necesidad que el soporte de los pies; como los segundos, una túnica con escapulario, el rosario al cuello, crucifijo en el corazón y en el bolsillo de la túnica cabían unos mendrugos de pan y el Evangelio.
Le importó siempre muy poco que le viera la gente con aspecto desarreglado; tampoco le preocupaba demasiado el lugar más o menos cubierto donde iba a pasar la noche; y lo que menos le tiempo le llevaba era el pensamiento acerca de la disposición y orden de los manjares en la mesa. A decir verdad, más parecía mendigo que monje. Como los primeros, tenía el cielo por techo y por compañía las estrellas, iba de un sitio a otro sin más necesidad que el soporte de los pies; como los segundos, una túnica con escapulario, el rosario al cuello, crucifijo en el corazón y en el bolsillo de la túnica cabían unos mendrugos de pan y el Evangelio.
Así le vieron en Roma, Loreto, Fabiano y Bari. Así estuvo en los más
renombrados lugares santos de Europa, sin descontar Montserrat ni Santiago de
Compostela.
Comenzó su vida de fraile errante el día tres de setiembre del año 1770,
después de haber recorrido a pie las muchas leguas que medían los caminos que
separaban un monasterio de otros para llamar a sus puertas. Unos eran tan pobres
que no podían recibir a un fraile más por imposibilidad de alimentarlo; para
entrar en otros le falta la edad requerida; en aquel es recibido, pero los seis
meses que estuvo dentro los pasó en la enfermería y el último -que le abrió de
par en par las puertas- tuvo que dejarlo por las terribles tentaciones que
sufría. No había modo humano de vivir con los frailes. Se nota que Dios no lo
quiso al otro lado de los muros; no, no quiso que sus virtudes estuvieran
cubiertas por las tapias. Lo quiso fraile y libre, sufrido y pobre a la vista,
piadoso y lleno de bondad ante todos, aunque él pudiera presumir sólo de
pobreza.
Había nacido, a lo que parece en una familia de pocos recursos, en Amettes,
el 26 de Marzo de 1748, cuando el papa es Benedicto XIV -Próspero Lambertini- y
Luis XV -que supo expresarse con la altanería de la época diciendo: "después de
mí, el diluvio"- es el rey de Francia. Desde bien joven muestra a sus padres la
inclinación que siente por la trapa, pero los mayores dejan el incierto asunto
prevocacional para más adelante y lo ponen a estudiar. Hubo dos sacerdotes que
influyen en su vida, su padrino el cura de Erin -donde justamente estaba cuando
llegó la epidemia, se llevó al sacerdote y tuvo que regresar a Amettes- y el
cura de Conteville -que consiguió en su momento el permiso paterno para buscar
convento-. Es año 1766, justo el del "Motín de Esquilache", (porque esta es la
hora de los "listos", quiero decir, de los Iluminados y Enciclopedistas: la del
filósofo, político y jurista Charles-Louis de Secundat, barón de Montesquieu y
la del más influyente y representativo de los escritores franceses Francois
Marie Arouet o Voltaire), cuando este buen hombre comienza su acá para allá a
golpe de sandalia o de pie, buscando un convento, cartuja o trapa que lo admita.
Val Sainte Aldegonde, Notre-Dame des Près, Gran Trapa, Sept-Fonts y quizá algún
otro más lo tuvo a la puerta, pero nada más.
Llevaba al engaño su aspecto de desdichado a quien le veía; él vivía feliz.
Have vida con los mendigos, pero no admite lo que a la casta le ofrece la gente,
porque él nada necesita. Reza por las noches ante las puertas de las ermitas. Y
su piedad es verdadera, ¿cómo va a ser falsa cuando llega a comentar al cura de
Cossignano: "se ofende a Dios porque no se conoce su bondad"?. Es personaje que
llega a hacerse conocido en los ambientes piadosos de Roma. Frecuenta las
iglesias de los Santos Apóstoles, de Nuestra Señora de los Montes y Santa María
la Mayor. Hay quien le vió -entre ellos el P. Daffini, familiar del cardenal
Achinto- con un nimbo de luz, con rostro resplandeciente y con su cuerpo elevado
del suelo, en levitación. Incluso llegan a atribuirle la curación milagrosa de
un niño.
El miércoles Santo del 1783, asistiendo a los oficios religiosos, rodó por
las escaleras; el carnicero Zaccarelli lo llevó a su casa, recibió Benito la
extremaunción y murió.
Así se hacen los santos; así son las cosas de Dios. Él propone, el hombre
quiere ¡y basta! Dios es muy Quién para hacer de un hombre libre un esclavo, de
un mendigo un santo y de un pobre una promesa.
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Fuente: Archidiócesis de Madrid
Gracias, Señor Cardenal, por sus amables palabras. Nos encontramos en un lugar histórico, edificado por los hijos de san Bernardo de Claraval y que su predecesor, el recordado Cardenal Jean-Marie Lustiger, quiso como centro de diálogo entre la sabiduría cristiana y las corrientes culturales, intelectuales y artísticas de la sociedad actual. Saludo en particular a la Señora Ministra de la Cultura, que representa al Gobierno, así como a los Seño https://noticiasdelalin.es/9-estrategias-para-fomentar-el-habito-de-la-lectura/
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