San Pablo de la Cruz, Presbítero y Fundador
Octubre 18 - 19
El místico del Calvario
Martirologio Romano: San Pablo de la Cruz, presbítero, que desde su
juventud destacó por su vida penitente, su celo ardiente y su singular
caridad hacia Cristo crucificado, al que veía en los pobres y enfermos.
Fundó la Congregación de los Clérigos Regulares de la Cruz y de la
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. (1775)
El día 3 de enero de 1694 en la pequeña ciudad Ovada, cerca de
Alejandría. al norte de Italia, nació Pablo Francisco Danei Massari. Es
el siglo XVIII, también llamado "siglo de las luces" pues, en general,
se pensaba que la inteligencia humana es la única autoridad y que la fe y
la revelación son un obstáculo al desarrollo de la humanidad.
Pablo vivió su niñez en un hogar auténticamente cristiano, desde el cual
experimentó las alegrías y los sufrimientos de la vida: de 16 hijos del
matrimonio Lucas Danei y Ana María Massari sólo sobrevivieron 6. No
faltaron también las dificultades económicas, por lo que la familia tuvo
que cambiar continuamente de domicilio en busca del trabajo. Pablo,
quien desde muy pronto debió ayudar a su padre, no pudo asistir con
regularidad a la escuela.
El gran testimonio de la fe cristiana
de Ana Maria -su madre- ejerció gran influencia en la educación
religiosa de Pablo, a la que éste correspondió con una respuesta
generosa.
A los 19 años, en 1713, el joven Pablo tomó la
primera gran decisión de su vida. La predicación de un sacerdote o una
charla espiritual con él le impresionó de tal forma que, profundamente
emocionado y arrepentido, hizo confesión general de sus pecados y
decidió consagrar su vida a Dios de un modo más radical y absoluto. Él
mismo llamará después a este momento su "conversión a penitencia ".
Años más tarde, cuando en 1716 el Papa Clemente XI invitó a la
cristiandad a una cruzada contra los turcos, Pablo creyó oír en esto la
voz de Dios, pues quería morir mártir y se alistó voluntario, pasando
algún tiempo en cuarteles y campamentos. Convencido de que éste no era
el servicio que Dios le pedía, regresó a la casa de sus padres a quienes
siguió ayudando en sus necesidades, dedicaba muchas horas a la oración,
participaba diariamente en la misa y se entregaba a duras penitencias.
Pablo Francisco tenía 26 años sus hermanos habían crecido y sus padres
no necesitaban tanto de su de ayuda. Por este tiempo, sintió la llamada
de Dios a fundar una orden religiosa: "... sentí mi corazón movido por
el deseo de retirarme a la soledad; ... me vino la inspiración de llevar
una túnica, de andar descalzo, vivir en estrechísima pobreza y llevar,
con la gracia de Dios, vida de penitencia; ...me vino la inspiración de
reunir compañeros para vivir con ellos promoviendo en las almas el santo
temor de Dios; me vi en espíritu vestido de una túnica negra, con una
cruz blanca sobre el pecho, y bajo la cruz escrito el nombre santísimo
de Jesús con letras blancas...
El 22 de noviembre de 1720
Pablo se despidió de su familia y se dirigió a su obispo, Mons.
Gattinara, en Alejandría. Este, en una ceremonia sencilla y en su
capilla privada, revistió a Pablo de la Cruz con el hábito negro de
ermitaño. Las seis semanas siguientes del 23 de noviembre de 1720 al 1
de 1721, las vivió en el trastero de la sacristía de la Iglesia de San
Carlos, de Castellazzo, en las más precarias condiciones de alojamiento.
Son como los ejercicios espirituales preparatorios para su misión de
ermitaño y fundador . En adelante su apellido será "de la Cruz".
Por orden de su obispo, Pablo de la Cruz consigna por escrito los
sentimientos y vivencias interiores de esos días en un "Diario
espiritual". En él vemos a qué grado de oración ha llegado ya, así como
las grandes líneas de la doctrina espiritual que vivirá y enseñará
durante los 55 años siguientes. En las anotaciones del primer día
aparece ya la idea fundamental y programática de toda su vida: "No deseo
saber otra cosa ni quiero gustar consuelo alguno; sólo deseo estar
crucificado con Jesús ".
Acabados estos días el Pablo de la
Cruz pasó los meses siguientes en distintas ermitas de las cercanías
viviendo en soledad; daba catecismo a los niños en los lugares vecinos,
predicaba los domingos e incluso dio una misión. Quiso ir a Roma para
pedir personalmente al Papa le aprobara las Reglas de la nueva Orden
religiosa, misma que escribió durante los 40 días de Castellazzo. En
Septiembre de 1721 se dirigió a Roma, pero sufrió una gran desilusión.
Es rechazado por los guardias de Papa con palabras no muy amables.
Aunque profundamente decepcionado, no se desanimó. En la Basílica María
la Mayor hizo un voto especial: “dedicarse a promover en los fieles la
devoción a la Pasión de Cristo y empeñarse en reunir compañeros para
hacer esto mismo”.
A su vuelta a Castellazzo, se les unió su
hermano Juan Bautista que, lleno de los mismos ideales, fue hasta su
muerte en 1765 el compañero fiel de Pablo. Durante los años siguientes
vemos a los dos experimentar la Regla pasionista en diferentes ermitas y
colaborando con las parroquias vecinas mediante el catecismo y la
predicación.
Tras la etapa eremítica Pablo de la Cruz creyó
necesario que él y su hermano vivieran en Roma para conseguir de la
Santa Sede la aprobación de las Reglas; por eso prestaron sus servicios
en el Hospital de San Gallicano cuyo Director les aconsejó hacerse
sacerdotes. Después de un breve curso de Teología pastoral, en junio de
1727 los dos hermanos Danei fueron ordenados sacerdotes en la Basílica
de San Pedro por el Papa Benedicto XIII.
Siguiendo su gran
impulso a vivir en la soledad y a reunir más compañeros formando la
primera comunidad los dos hermanos se dirigieron al Monte Argentario,
unos 150 Kilómetros al norte de Roma, junto a la costa. Ahí vivieron en
una pequeña ermita. El aumento de candidatos hizo pequeño el local, y
construyeron el primer convento de la naciente Congregación, el cual,
por innumerables dificultades, fue inaugurado hasta 1737.
Pero
faltaba todavía la aprobación de las Reglas o Una comisión de
cardenales nombrada para su estudio suavizó algo su gran austeridad, y
en mayo de 1741 fueron aprobadas por Benedicto XIV; habían transcurrido
21 años desde que fueron escritas el nombre de la nueva orden religiosa
sería: ”Congregación de la Santísima cruz y Pasión de Nuestro Señor
Jesucristo”, título que expresaba claramente su peculiaridad en la
Iglesia. Los Religiosos Pasionistas anunciarán por todas partes el
misterio de la Cruz y Pasión de Jesucristo a lo cual se obligarían por
el voto específico.
Pablo de la Cruz encontró el sentido
completo de su existencia en la Memoria de Jesús Crucificado, quien dio
su vida por todos nosotros (Jn 3,16). En su asidua contemplación del
crucificado, Pablo encontró un camino de acceso al misterio de Dios que
es vida y amor, y que desea destruir el peso del pecado y del
sufrimiento. Él descubrió que Dios está más cerca de los pobres, de los
que no tienen nada, y sintió la urgencia de salir a su encuentro para
esto: voz anunciarles al Dios de la vida.
Fundó la Congregación
de la Pasión con la esperanza de que continuara haciendo presente al
Crucificado, que pronuncia su juicio sobre el pecado del mundo, que es
la causa de la injusticia y del sufrimiento de muchos hermanos y
hermanas, y hace al hombre capaz de amar de un modo nuevo. Quiso que la
Congregación fuera un signo humilde del grande Amor de Dios.
A
lo largo de su vida -murió a los 82 años-, Pablo de la Cruz fundó 11
conventos. En 1771, el santo, ya anciano, inauguró el primer monasterio
de religiosas pasionistas de clausura, que vivirían el mismo espíritu
según la Regla escrita también por él.
Además de fundador,
Pablo de la Cruz, fue predicador de misiones populares y gran director
espiritual. Poseía cualidades muy especiales para esto: voz potente,
agradable presencia física, dotes retóricas extraordinarias. Pero lo que
más impactaba de él era su testimonio de íntima unión con Dios, su
devoción y su santidad.
Por su gran actividad apostólica -200
misiones y 80 tandas de ejercicios espirituales- mantuvo contacto con
gran número de personas que solicitaban su consejo en la vida
espiritual, a quienes él sirvió especialmente por correspondencia.
El 18 de octubre de 1775 pasó Pablo a la Casa del Padre con una muerte
tranquila y santa en el convento de los Santos Juan y Pablo en Roma. Así
terminaba su larga vida de trabajos y sufrimientos por Cristo y por el
prójimo. Fue beatificado por Pío IX el 1 de mayo de 1853; fue canonizado
por el Papa el 29 de junio de 1867.
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Fuente: Passionchristi.org
Comunidad Católica Vidas Santas Páginas Católicas... dedicadas a las personas que aman la Vida de los Santos, Beatos, Venerables y Siervos de Dios del Mundo! En la vida de los hombres y mujeres llamados Santos encontraremos un camino a seguir en el deambular por este valle de lágrimas que es nuestra vida en la Tierra. En ella se busca el lema de la Paz, la Tolerancia y la Caridad, en un intento de recoger el máximo de imágenes de Santos
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