San Rafael Guizar y Valencia, 5° Obispo de Veracruz
Junio 6 - Octubre 24
(1878-1938)
INFANCIA Y JUVENTUD
INFANCIA Y JUVENTUD
El niño Rafael Guízar vio la luz del mundo el 26 de abril de 1878, y al día
siguiente fue bautizado como consta en el acta de bautismo en la que se
lee:
"En Cotija, Michoacán (MÉXICO), a veintisiete de abril de 1878, yo el
Presbítero, Agustín Covarrubias, T. de cura, exorcicé, puse óleo, Sagrado Crisma
y bauticé solemnemente a un infante que nació un día ha en esta, púsele por
nombre Rafael, hijo legítimo de Prudencio Guízar y de Natividad Valencia. Fueron
sus padrinos Juan González y Benigna Valencia, cónyuges, a quienes advertí su
obligación y parentesco espiritual y lo firmé". Agustín J. Covarrubias, una
rúbrica.
Aprendió sus primeras letras en la escuela parroquial de su tierra natal y
más tarde en un colegio que fundaron los Padres Jesuitas en la Hacienda de San
Simón en los alrededores de Cotija.
Ingresó al Seminario de la Diócesis de Zamora en el año de 1894 en donde
permaneció hasta el año de 1901, en el que en las Témporas de Pentecostés (1 de
junio), recibió la Ordenación Sacerdotal, cuando contaba con 23 años de edad. El
día 6 de junio del mismo año en la Festividad del Corpus Christi, celebró su
Primera Misa en su tierra natal.
Apenas ordenado sacerdote, comenzó a acompañar en las Visitas Pastorales al
Excmo. Sr. Obispo de Zamora D. José Ma. Cázares. De este virtuosísimo Prelado,
aprendió sin duda alguna, a convertir en misión cada visita pastoral.
Posteriormente, durante la enfermedad del Excmo. Sr. Cázares, acompañó al Sr.
Obispo Auxiliar D. José de Jesús Fernández en las mismas tareas
apostólicas.
MISIONERO INCANSABLE
Tuvo la encomienda de ser el Director Espiritual del Seminario de Zamora
donde impartió la cátedra de Teología Dogmática. También fue nombrado Canónigo
de la Catedral. Con estos cargos, pudo desarrollar una amplia actividad
misionera, en la que involucraba a los alumnos del Seminario y les enseñaba a la
vez "el arte del apostolado". Fundó una Congregación Religiosa puesta bajo el
cuidado de Nuestra Señora de la Esperanza, desgraciadamente esta obra tuvo poco
tiempo de existencia, debido sobre todo a las circunstancias que se vivían en el
país en los inicios del pasado siglo.
El amor a Dios y la presencia de N.S. Jesucristo en la Eucaristía así como
la devoción a la Santísima Virgen María, eran las notas distintivas de sus
misiones.
A todos los pueblos que llegaba, siempre predicaba la Doctrina Cristiana,
inspirado en un sencillo catecismo que él mismo compuso y escribió, adaptado
sobre todo para los sencillos de corazón. Muchas generaciones aprendieron la
Doctrina Cristiana con su catecismo, el cual perdura hasta nuestros días como
una forma de instrucción de fe.
GANAR ALMAS PARA DIOS
Para el Padre Rafael Guízar, "ganar almas para Dios" , era el gran reto de
su vida. Esto lo lograba mediante las misiones predicadas tanto en el territorio
mexicano, como en los lugares fuera de México: Cuba, Guatemala, Colombia y el
Sur de los Estados Unidos.
Pero además, durante los conflictos bélicos, existentes en México por la
revolución de 1910, pudo prodigar la caridad y derramar la Gracia de Dios en los
enfermos y moribundos por el movimiento armado. Disfrazado de vendedor de
baratijas, en medio de la lluvia de balas, se acercaba a los heridos que
agonizaban y les ofrecía la reconciliación con Dios, les impartía la Absolución
Sacramental, muchas veces les daba también el Sagrado Viático, que llevaba
consigo de manera oculta para que no lo descubrieran como sacerdote.
Son numerosos los episodios en los que narran las intervenciones heroicas
del P. Guízar para salvar almas y encaminarlas al cielo.
Sufrió varios destierros de su patria y en todas partes donde se encontraba
su amor por las almas le transformaba en un gigante de la caridad y el amor al
prójimo, dando todo lo que tenía a favor de los desposeídos.
NOMBRADO 5 ° OBISPO DE VERACRUZ
Estando desterrado en Cuba, cuando impartía fructíferas misiones, después
de haber sido nombrado Misionero Apostólico, fue preconizado Obispo de Veracruz
y recibió la consagración episcopal en la ciudad de La Habana, por el Delegado
Apostólico, Mons. Tito Trochi, el 30 de Noviembre de 1919.
El día 1º de Enero de 1920, partió rumbo a Veracruz en el navío llamado "La
Esperanza”, y después de llegar al Puerto, se dirigió a la Ciudad de Xalapa,
Sede de su Obispado, en donde tomó posesión el día 9 de Enero del mismo
año.
Apenas hubo llegado a su Diócesis, se distinguió por su celo ardentísimo a
favor de las almas y por su gran caridad para con los demás, pues tuvo que
enfrentar los estragos de un gran terremoto que había devastado la Zona de
Xalapa, dejando sin hogar a muchos de sus hijos. Mons. Guízar se dio a la
incansable tarea de ayudar a quines lo necesitaban y a visitar personalmente las
regiones más afectadas, llevando la palabra del Señor y víveres para asistir a
todos los dañados por el sismo.
1920 – 1938 SU GRAN LABOR EPISCOPAL
Monseñor Rafael Guízar y Valencia no sólo fue un misionero infatigable,
sino que también fue un buen pastor que siempre estaba dispuesto a dar la vida
por sus ovejas y fue, además, un Padre solícito y Bienhechor de los pobres y
desamparados.
Estos fueron los rasgos de su ministerio episcopal. Entre los cuales su
visión como pastor, le concedió darle una importancia capital a la formación de
los sacerdotes, mediante la obra del Seminario Diocesano, en el que habrían de
formarse muchos sacerdotes que multiplicarían sus misiones y la atención a las
numerosas parroquias de todo el Territorio Veracruzano.
Como Obispo de Veracruz sufrió los estragos de la persecución religiosa en
México, pero de manera especial en este jirón de la patria. Así comenzó su
calvario en el que tuvo que padecer calumnias, vejaciones, destierros y
hambre.
No obstante todo ello, su grande confianza en Dios Providente y su amor
filial a María Santísima, le dieron la fortaleza necesaria para resistir los
embates del demonio que quería arrancarle las almas que había ganado para
Dios.
Predicó muchas misiones en el territorio veracruzano y mantuvo abierto su
Seminario, aun en contra de las leyes persecutorias contra la Iglesia, y supo
infundir en todos los fieles la confianza en Dios para resistir a los males de
este mundo. La caridad, la pobreza, la humildad, la obediencia y el espíritu de
sacrificio, fueron entre otras, algunas virtudes que más adornaron su alma y
ministerio episcopal.
SU ULTIMA ENFERMEDAD Y SANTA MUERTE
Escondido en la Ciudad de México por la persecución religiosa en el Estado
de Veracruz, se dedicaba a prodigar la caridad entre los fieles y a conseguir
bienes para el sostenimiento de su Seminario, el cual era para él “como la
pupila de sus ojos”.
Afectado de diversas enfermedades (diabetes, flebitis, insuficiencia
cardiaca y otros padecimientos) fue llamado por el Señor para otorgarle el
premio a sus fatigas, el día 6 de junio de 1938 en la Ciudad de México, en una
casa contigua al edificio de su Seminario, donde éste estaba escondido por la
persecución religiosa en Veracruz. Trasladado su cuerpo a Xalapa, sede de su
Diócesis, fue sepultado con grandes manifestaciones del pueblo file, que le
demostró su amor y gratitud por el inmenso bien que pasó haciendo cuando
vivía.
Su fama de santidad se ha extendido por todo México y por diversos países,
particularmente en donde misionó incansablemente: Guatemala, Cuba, Colombia y el
Sur de los Estados Unidos. Muchos milagros se han logrado por su valiosa
intercesión particularmente curaciones asombrosas y ayudas en situaciones de
penuria, especialmente para los necesitados.
Su Santidad Juan Pablo II lo ha declaró Beato el día 29 de Enero de 1995,
en Roma, Italia, en la Patriarcal Basílica Vaticana, y es un ejemplo de pastor
abnegado y héroe de las virtudes cristianas.
Fué canonizado el 15 de octubre en la Plaza de San Pedro, presidida por el
Papa Benedicto XVI
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Fuente: rafaelguizar.org
Un gran Santo y un gran ejemplo de amor a Dios y a la Santísima virgen María San Rafael ruega por nosotros
ResponderBorrarMis más amplias y cordiales Felicitaciones para los que misionan en el espacio cibernético con este edificante blog.
ResponderBorrarQUE DIOS LOS COLME DE BENDICIONES Y LOS LLENE DE SU SANTO AMOR.
-San Rafael Guízar y Valencia