sábado, octubre 19, 2013

Siervo de Dios José Álvarez Fernández, Apaktone, Misionero

Siervo de Dios José Álvarez Fernández, Apaktone, Misionero
Octubre 19


Conocido como Padre Apaktone. nació en (Cuevas, España, 16 de mayo de 1890 - Lima, Perú, 19 de octubre de 1970) fue un legendario misionero católico dominico evangelizador de la selva virgen madrediosense, en la Amazonía Peruana, donde permaneció por un período de 53 años.

Hacia agosto de 1940, un hombre de ojos miopes, de cuerpo frágil -aunque ligero y activo-, y de brazos que nunca supieron nadar, acompañó a la expedición antropológica Wenner-Gren por los ríos Madre de Dios y Colorado, en la selva amazónica del Perú, en pos de los temidos mashcos, una de las tribus más violentas y reacias a cualquier intercambio con los blancos, después de que la próspera explotación del caucho arrasara sus tierras y vidas (la vida del prototípico explotador cauchero Carlos Fermín Fitzcarrald fue llevada al cine en 1982 por el alemán Werner Herzog).

Aquel hombre de 50 años, sin apariencia alguna de aventurero, miró al jefe Paijaja, de un sector de los mashcos, y le dijo en su lengua: «Paijaja duen huamaambi», «Paijaja, hermano mío». Aquellas palabras resultaron mágicas o milagrosas: establecieron una sintonía que se prolongó a lo largo de años, hasta el punto de que los mashcos bautizaron a aquel extraño como «Apaktone», el papá anciano, cuya fama para entablar relaciones provechosas se fue extendiendo por las demás tribus.

El «Apaktone» era el religioso dominico José Álvarez Fernández, nacido en Cuevas, concejo asturiano de Belmonte de Miranda, el 16 de mayo de 1890. «Es el misionero por antonomasia, un hombre de leyenda», según el Padre Crescencio Palomo, también dominico y postulador de la causa de beatificación del asturiano. El padre Palomo habla desde Lima, donde el día 4 de febrero de 2010 se clausuró el proceso diocesano que, trasladado a continuación al Vaticano, tratará de elevar a los altares al «Apaktone»

«Es el gran misionero de las selvas peruanas, al que todos los misioneros siguen haciendo referencia. Llegó a Lima en 1917, comenzó a misionar y aprendió la lengua de cada tribu de viva voz», relata Crescencio Palomo. El diccionario de la lengua de los huarayos, obra del «Apaktone», todavía fue publicado el año 2008 en Perú.

«Siguió penetrando en la selva para evangelizar a los nativos, realizó cientos de expediciones en canoa y a pie para ir visitando, por todos los afluentes del Madre de Dios, choza por choza, a los manukiaris, kareneris, huachipairis, shireneris, amarakairis...», prosigue el postulador. El nombre «Apaktone», «con el que firmaba y que figura en su sepulcro, en la cripta del santuario de Santa Rosa de Lima, tiene también el significado de jefe, de líder sobrenatural, de redentor, según me han explicado miembros actuales de esas tribus», agrega Crescencio Palomo.

El área de misiones de fray José Álvarez fue «el vicariato apostólico de Puerto Maldonado, del tamaño de media España de selva virgen». Sus exploraciones fueron reconocidas por la Sociedad Geográfica de Lima, que le otorgó varias condecoraciones.

El día de su fallecimiento, el 19 de octubre de 1970, en Lima, fue hallada en su breviario una pequeña hoja con su autobiografía: «él mismo nos dejó escrito su testimonio de una vida entregada a las misiones en una hojita que encontramos en su libro de rezos. Aquí está:

“Recibí el Orden Sacerdotal el 26 de Julio de 1916. Canté la primera Misa el 4 de Agosto de 1916. Llegué al Perú el 21 de Enero de 1917.

Las circunstancias de mis primeros encuentros con los nativos fueron el estado de beligerancia, hostilidad y persecución que desde tiempo inmemorial tenían con ellos los caucheros e industriales; choques y odios a muerte de unas tribus con otras debido a lo cual se había creado un estado de miedo y aborrecimiento pavoroso hacia ellos, y la menor idea de internarse en la selva, morada de las tribus, para llevarles un mensaje cristiano era, si no utópico, sí considerado arriesgadísimo.

Llegué hasta ellos y fue tal el asombro que les causó al verme, a mí, solo entre ellos, hablándoles en su lengua, que logré lo que nadie había soñado, calmar odios, allanar miles de dificultades e ir planeando las bases de pequeñas misiones.

Los primeros contactos fueron con los de la tribu Huaraya; siguió la Toyeri e Iñapari y en 1940 emprendimos las exploraciones al río Colorado con los hasta entonces "feroces" Mashcos.

En mis planes, con el auxilio de Dios, no habrá cambios jamás. Como buen soldado siempre en la brecha, o aquí en Lima curándome de mis quebrantos, pero siempre alerta a la voz de mando que me ordene o me permita volver a mis bosques al lado de mis hijos de la selva, mis princesas y sarnositos; o aquí al lado de Santa Rosa en donde siempre he encontrado a manos llenas medios espirituales y materiales para seguir mis planes misionales mientras el Señor me dé vida.”
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Se ruega a quienes obtengan gracias por intercesión del siervo de Dios, José Álvarez Fernández, lo comuniquen a:

Secretariado "Apaktone"
C/ Claudio Coello 141, 5º. 28006 Madrid (España)
Causa de Canonización Padre José Álvarez Fernández O.P.
Misionero Dominico
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2 comentarios:

  1. M . carmen Álvarez Garciasábado, julio 08, 2017

    ¿Podria ser hermano de Elvira Álvarez Fernández que tuvo dos hijos y vivió en Alceu de Belmonte de miranda? ?

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  2. Nous avons depuis 20 ans en France créé une association avec laquelle nous recueillons des fonds pour aider les indiens et les pauvres des bidonvilles autour de Lima ceci avec l'aide du neveu du padre José Alvarez Fernández "Apaktone" avec nos petits moyens nous faisons tout ce que nous pouvons par contre nous prions énormément le pére Apaktone et je reconnais que de là où il est il nous aide énormément et nous guide aussi je l'en remercie beaucoup je suis la présidente de l'association Apaktone-France Mme Dedons Marie Pierre merci

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