Enero 22
Martirologio Romano: En Tonkín (hoy Vietnam del Norte), santos Francisco Gil de
Federic y Mateo Alonso de Leciniana, presbíteros de la Orden de Predicadores y
mártires, que después de una infatigable predicación del Evangelio fueron
encarcelados durante el reinado de Trinh Doanh y, heridos con espada, obtuvieron
una muerte gloriosa por Cristo (1745).
Beatificación: Pío X, 20 de mayo 1906
Canonización: Papa Juan Pablo II, 19 de junio de 1988
Canonización: Papa Juan Pablo II, 19 de junio de 1988
SAN FRANCISCO GIL DE FREDERIC DE SANS
Oriundo de Tarragona, España; sus padres le dieron esmerada formación en la fe. En su adolescencia definió su vocación al sacerdocio al cursar estudios en Barcelona y Orihuela; recibió la ordenación sacerdotal en Urgel. Fue docente de novicios en Barcelona. Solicitó evangelizar en tierras de Oriente y, aprobada su solicitud, embarcó a Filipinas.
Después se le envió a la isla filipina de Luzón, donde predicó en las
poblaciones de Bataán y Pangasinán; para un mejor desempeño de su misión
aprendió las lenguas nativas. Fue designado secretario del padre provincial en
Manila. Tiempo después lo autorizaron para misionar en Tonkin (actual territorio
de Vietnam).
Aún con las persecuciones, evangelizó, administró los sacramentos y
atendió, física y espiritualmente, a los enfermos, siempre preparándose con
penitencia, oración y estudio. Realizó ardua misión pastoral hasta ser
aprehendido y conducido a un barco con otros prisioneros cristianos, al verlos
expresó: "Ya me hicieron prisionero, ¿por qué llevan presos a éstos?
Suéltenlos", entonces los guardias, admirados, de súbito liberaron a los otros
cautivos.
Francisco permaneció en cautiverio ocho años, padeció maltrato,
humillaciones y enfermedades; pese a todo desarrolló vasta actividad apostólica,
convirtiendo su cárcel en una misión. La feligresía cristiana pretendió pagar
por su rescate, pero él se opuso diciendo: "... Jamás consentiré que se gaste
una sola moneda para librarme de morir por Dios Nuestro Señor".
Los paganos, con torturas y amenazas, intentaron hacerlo apostatar sin
lograrlo, y fue condenado a morir decapitado. Algunos discípulos conservan como
reliquia pañuelos con los que enjugaron la sangre del mártir, al que dieron
cristiana sepultura.
SAN MATEO ALONSO DE LECINIANA
Nació en Nava del Rey (Valladolid, España). Su vida se conoce a partir de su juventud, cuando sintió el llamado a la vida religiosa e ingresó al convento dominico de la Santa Cruz de Segovia, hasta recibir la ordenación sacerdotal.
Enviado a ejercer su ministerio en el Colegio de Santo Tomás, en Manila
(Filipinas), zarpó a las misiones de Tonkín (Vietnam), donde llegó, después de
azaroso viaje (1732). Aprendió la lengua vietnamita en Trung-Iing; ahí desempeñó
intensa labor evangelizadora durante diez años, librando -con ayuda de la
feligresía- su captura. Estimado por su entrega y amor a los nativos.
Fue delatado y aprehendido al celebrar la santa misa. Ahí mismo fue
torturado y herido de una lanzada en su costado; aun así lo embarcaron hacia
Nam-dinh, con varios catequistas. Pese a pagar rescate no lo liberaron,
enviándolo a Hanoi. Encadenado permaneció cuarenta días en prisión,
evangelizando prisioneros paganos y exhortando a los cristianos a avivar su
fe.
Al ser sometido a juicio se le quiso obligar a pisar la cruz. "He venido
para enseñar a los hombres a amar y adorar a Dios representado en la cruz,
¿cómo, pues, voy a cometer el crimen de pisarla?". Condenado a muerte en Hanoi,
exhaló su último suspiro amarrado a una estaca.
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Fuente: oremosjuntos.com
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