Santos Tigrio y Eutropio, Mártires
Enero 12
Enero 12
†: 404 - país: Turquía
canonización: pre-congregación
En Constantinopla, santos mártires Tigrio, presbítero, y Eutropio, lector, a los cuales, en tiempo del emperador Arcadio, se acusó falsamente de haber incendiado la iglesia principal y el palacio senatorial como reacción al destierro del obispo san Juan Crisóstomo, por lo que fueron sometidos al martirio bajo Optato, prefecto de la ciudad, partidario del culto a los falsos dioses y contrario a la religión cristiana.
El Martirologio Romano conmemora juntos a quienes padecieron juntos por la
misma causa, aunque no es seguro que los dos murieran el mismo día. Es seguro
que Eutropio, joven lector de vida irreprochable, perdió la vida en la brutal
tortura a la que ambos fueron sometidos, pero parece que el sacerdote Tigrio
sobrevivió a ella y murió más tarde, como consecuencia de las torturas, exiliado
en Mesopotamia. Tigrio era un eunuco (no de nacimiento sino por esclavitud) y
antiguo esclavo, a quien san Juan Crisóstomo amaba mucho por sus virtudes, que
había sido elevado al presbiterado (no era habitual que se aceptaran candidatos
eunucos, pero podía ocurrir) y tenía trato frecuente con el santo doctor.
El objeto de la tortura, en la que, además de la flagelación y el potro, se
aplicaron antorchas encendidas a las partes más sensibles del cuerpo de las
víctimas, era obtener informaciones sobre los autores del incendio que consumió
la catedral y el senado en los disturbios que siguieron al segundo destierro de
san Juan de su sede de Constantinopla, y del que un hereje novaciano, usando su
influencia en el magistrado, había acusado a los católicos. Tigrio y Eutropio,
como allegados de san Juan Crisóstomo, eran naturales candidatos a ser
culpabilizados, o al menos a que tuvieran informaciones que pudieran conducir al
prefecto Optato hacia los culpables. Sin embargo, a pesar de las torturas,
ninguno pronunció una sola palabra que pudiese comprometer a otros.
La verdad que en este caso es difícil de entender para nosotros que se
trate de un caso de martirio, es decir de muerte por la fe: no se les está
pidiendo una apostasía, sino unos informes de valor policial. La referencia al
delator novaciano y el contexto de tensión y ruptura entre el Imperio y la
ortodoxia de san Juan Crisóstomo meten a la cuestión policial en un contexto
mayor de disputa por la fe, y puede entenderse el martirio -como en otros tantos
mártires- como un caso de testimonio de la verdad de la causa ortodoxa. La fecha
del martirio depende, naturalmente, de la cronología de la vida del Crisóstomo,
pero puede aceptarse el 404 como año de su destierro (y por tanto de los
disturbios en la ciudad), aunque otros santorales indican el año 406.
=
Ver Butler (tomo I, pág. 79) y Acta Sanctorum, 12 de enero, pág 725ss, allí
se citan las notas del Card. Baronio y los relatos de Sozomeno y Nicéforo
Calisto.
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Fuente: Abel Della Costa - eltestigofiel.org
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