Martirologio Romano: En Seúl, ciudad de Corea, santas mártires santa Águeda
Yi, virgen, cuyos padres murieron también mártires, y Teresa Kim, viuda, que,
estando en la cárcel, primero fueron azotadas y después degolladas.
(1823-1840).
Águeda Yi era una joven de Seúl, de 17 años, hija de san
Agustín Yi Kwang-ho. Sus padres fueron mártires, el año anterior. El ministro
Tsio Tieng-bien-i, tomando como pretexto la edad, quiso librarla de la muerte,
consiguiendo para ella la prisión; pero en la cárcel padeció horribles torturas,
no solo por soportar el hambre y la sed, sino por tener que defenderse de los
intentos de violación por parte de los carceleros.
Teresa Kim, nació en la localidad coreana de Myeoncheon.
Tenía 43 años de edad y era viuda. Era tía paterna del primer sacerdote coreano
san Andrés Kim. Había visto morir en prisión por la fe a su marido (José Son
Len-ou-ki, no canonizado aun), y ella continuará como viuda dando ejemplos de
virtud. Ayunaba con frecuencia y ayudaba en las tareas más humildes a los
misioneros. En la persecusión de 1839 estaba en casa del obispo, y no huyó
rápidamente, por lo que fue encarcelada.
Las dos mujeres soportaron con paciencia las vejaciones, latigazos y todo género de torturas durante 11 y 7 meses de prisión, respectivamente, hasta que fueron estranguladas o decapitadas en la cárcel de Seúl. Sus restos son venerados en la cripta de la catedral de Seúl.
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