Enero 11
Religiosa y Fundadora del Instituto de Hermanas de la Sagrada Familia de
Urgell
Martirologio Romano: En Talarn, Lleida, España, beata Ana María Janer
Anglarill, virgen, fundadora del Instituto de Hermanas de la Sagrada Familia de
Urgell, que se distinguió por su insigne caridad para con los heridos de las
guerras carlistas. († 1885)
Fecha de beatificación: 8 de octubre de 2011, durante el pontificado de
Benedicto XVI
El día 11 de enero de 1885, en Talarn, histórica Villa situada junto a la Ciudad de Tremp, Ana María Janer Anglarill, poco antes de entregar su alma a Dios, expresó su último deseo de morir sobre el desnudo suelo como penitente por amor a Cristo. Culminaba así una trayectoria vital de probada santidad: de correspondencia file al Amor de Dios.
El día 11 de enero de 1885, en Talarn, histórica Villa situada junto a la Ciudad de Tremp, Ana María Janer Anglarill, poco antes de entregar su alma a Dios, expresó su último deseo de morir sobre el desnudo suelo como penitente por amor a Cristo. Culminaba así una trayectoria vital de probada santidad: de correspondencia file al Amor de Dios.
Ana María, había nacido el 18 de diciembre de 1800 en Cervera (Lérida).
Entró como Hermana de la Caridad en el hospital de Cervera donde se entregó al
cuidado de los enfermos y a la educación de las niñas, en momentos especialmente
difíciles marcados por las llamadas guerras carlistas y civiles que
ensangrentaron la historia de España en el siglo XIX. En 1836 el gobierno
liberal decretó la supresión de las órdenes religiosas, la confiscación de los
bienes eclesiásticos y la expulsión de las comunidades religiosas de las obras
sociales y educativas que hasta entonces sostenían. Nuestra historia es rica en
tropelías de éste género.
Acabada la guerra Ana María conoció el exilio en Francia hasta 1844. En
1849 Ana María se ofrece como voluntaria para trabajar como Hermana en la
institución de caridad en la casa de Misericordia de Cervera. Durante diez años
atendió amorosamente a los huérfanos de aquella casa, a los niños de familias
muy pobres, a los jóvenes discapacitados sin esperanza y a los ancianos. En su
entrega hacía realidad esta presencia constante de la Iglesia de Jesucristo en
la vida de los más pobres.
El gran obispo de Urgell que fue Josep Caixal llamó a Ana María en 1858
para hacerse cargo de la dirección del hospital de la Seu d’Urgell. Allí fundará
un año más tarde su propio Instituto y en 1860 recibe la aprobación diocesana
del nuevo Instituto dedicado a la asistencia de pobres y enfermos y a la
enseñanza de la infancia y de la juventud marginada. Ana María, en una actividad
incansable, fundó colegios, hospitales y casa de caridad en las diócesis de
Urgell, Solsona y Barcelona.
El período revolucionario comprendido entre 1868 y 1875 representó un duro
golpe para las obras de Ana María. Entre 1874 y 1880 afrontó también Ana María
otro tipo de luchas y pruebas en las que manifestó su gran sentido de Iglesia,
su silencio y obediencia. En 1879, Mons. Casañas, nuevo Obispo de Urgell y
posteriormente creado Cardenal, reorganizó la vida del Instituto de Ana María y
ésta, a sus ochenta años, en merecido reconocimiento, es nombrada primera
superiora general. Pasa sus últimos años en la casa de Talarn siendo ejemplo de
luminosa caridad.
La madre Janer tenía un amor especial por la cruz. Mirar a Cristo
crucificado se convirtió para ella en un aliciente que le permitía ser signo y
testimonio claro de aquel que nos amó primero, de aquél que nos ama hasta dar la
vida. Ana María murió el 11 de enero de 1885 y pidió morir en el suelo como
penitente por amor a Cristo "que por mí expiró clavado en la cruz", dijo la
beata.
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Autor: P. Joan Antoni Mateo Garcia | Fuente:
InfoCatolica.com
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