Enero 22
(1355-1431): Muchas veces pensamos que el sufrimiento, cuando es muy grande nos bloquea, nos impide continuar el camino con alegría. La Beata María nos muestra que se puede salir, que de un profundo sufrimiento puede seguir una vida plena: santidad, un dolor muy grande puede ser ocasión de una entrega más profunda aún a Dios, por el mundo sufriente. También nos enseña que en los momentos de oscuridad es bueno seguir el consejo de las personas que son muy de Dios, para que nos ayuden a encontrar el camino de salida.
Catalina Boncini nace en Pisa a mediados del siglo XIV. Su vida fue especialmente dramática. Enviudando de Baccio Manzini con el que se había casado de muy joven y habiendo perdido sus dos hijos, a petición insistente de los suyos se casa de nuevo, esta vez con Guillermo Sepezzalaste y en este matrimonio mueren los seis hijos habidos
A los 25 años enviuda de nuevo. Entonces se retira a su casa dedicándose a las obras de caridad.
La intervención de Santa Catalina de Sena la induce a consagrarse a Dios, en un primer momento en la Orden seglar de la Penitencia y más tarde en el monasterio de Santa Cruz, donde toma el nombre de María. Allí conoce a Clara Gambacorta.
Más tarde se trasladó al nuevo Monasterio de Santo Domingo -construido por Pedro Gambacorta- con la Beata Clara con la cual compartió la comunidad y a la que, cuando falleció, sucedió en el gobierno de la comunidad.
Se destacó por su dedicación intensa a la contemplación y penitencia.
Murió el 22 de enero de 1431.
Pío IX confirmó su culto ya inmemorial el 2 de agosto de 1855
Su cuerpo se veneró varios siglos en su Monasterio de Santo Domingo en Pisa. El monasterio fue destruido por bombardeos en la segunda guerra mundial.
La Iglesia pasó a pertenecer a la Orden de Malta. Las monjas compraron el Palacio Serafín y lo acondicionaron como monasterio y allí llevaron las reliquias de las Beatas Clara y María.
Hoy custodian las reliquias hermanas de la Congregación de Dominicas de Santa Catalina, pues las monjas, al ser menos se han unido a otras comunidades de monjas dominicas de Italia.
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Fuente: www.dominicasorihuela.org/
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