San Aquileo «Taumaturgo» de Larisa, Obispo
Mayo 15
†: s. IV - país:
Grecia
otras formas del nombre: Aquiles
canonización: culto local
En Larisa, lugar de Tesalia, san Aquileo, llamado «Taumaturgo», obispo, que participó en el primer Concilio de Nicea y, revestido de todas las virtudes, evangelizó con fervor apostólico a los pueblos paganos.
otras formas del nombre: Aquiles
canonización: culto local
En Larisa, lugar de Tesalia, san Aquileo, llamado «Taumaturgo», obispo, que participó en el primer Concilio de Nicea y, revestido de todas las virtudes, evangelizó con fervor apostólico a los pueblos paganos.
Aquiles o Aquileo nació en Capadocia (provincia romana desde el 18 p.C.) de
una familia patricia; creció y se formó bajo el imperio de Constantino el Grande
(280-327). Sus padres se preocuparon de darle una formación e instrucción
conforme a las más avanzadas doctrinas de los sabios y filósofos paganos de la
época, pero siguiendo al mismo tiempo las prácticas de piedad y caridad
enseñadas por el cristianismo, que se iba afirmando no obstante las
persecuciones.
A la muerte de sus padres, Aquileo distribuyó sus bienes entre los pobres,
y se retiró a Palestina, primera etapa de su peregrinaje; rezó en el Santo
Sepulcro y después se embarcó para Roma a buscar consuelo en la tumba de los
santos apóstoles Pedro y Pablo, y siguiendo su ejemplo partió de allí a
evangelizar regiones enteras, llevando la fe cristiana a multitud de
paganos.
Durante sus viajes misionales llegó a Larissa, ciudad de Tesalia (región de
Grecia); en ese tiempo la sede episcopal estaba vacante, por lo cual clero y
pueblo, unánimemente, ofrecieron la Cátedra al ilustre huésped. En la nueva
misión Aquileo incrementó su celo, conquistando gran fama en todo el entorno de
la región; entre otras cosas permitió la fundación de un hospital y de un
albergue para los ancianos.
Se sabe que en el 325 participó en el Concilio de Nicea, y estuvo entre los
obispos que combatieron la herejía de Arrio; de vuelta de Nicea estuvo en
Constantinopla y fue recibido con honores por el patriarca Mitrófanes, y recibió
nueva dignidad del emperador Constantino, que admirado por su eficaz apostolado,
le donó copiosos fondos para construir iglesias y hospitales en su diócesis de
Larissa. Retornado a su ciudad, Aquileo hizo abatir todos los templos paganos
que aun quedaban, y sustituirlos por imponentes edificios cristianos.
Tenía el don de obrar milagros y curaciones, y el poder de expulsar a los
demonios; por las numerosas curaciones que obró siempre fue recordado como
«Taumaturgo». Después de haber gobernado por muchos años la diócesis con
sabiduría y santidad, murió en Larissa hacia la mitad del siglo IV. Sus
reliquias permanecieron en la ciudad hasta el 978, cuando Samuel de Bulgaria
invadió Grecia, y fueron transportadas a Prespa, en Macedonia, como botín de
guerra, y depositadas en la iglesia más importante de la ciudad.
=
Traducido para ETF, con escasos cambios, de un artículo de Antonio
Borrelli.
fuente: Santi e Beati El testigo Fiel
fuente: Santi e Beati El testigo Fiel
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