Mayo 15
n.: c. 821 - †: c. 840 - país: Alemania
otras formas del nombre: Ruprecht, Robert
canonización: culto local
En Bingen, junto al Rin y cerca de Maguncia, en Austrasia, san Ruperto, duque, que, siendo aún muy joven, partió en peregrinación para visitar las tumbas de los Apóstoles, y al regresar a sus dominios erigió muchas iglesias. Salió al encuentro del Señor recién cumplidos los diecinueve años.
Santa Hildegarda, que pasó los últimos años de su vida en Rupertsberg,
escribió la vida de san Ruperto y santa Berta y popularizó su culto, tres siglos
después de la muerte de dichos santos. Según santa Hildegarda, el padre de
Ruperto era pagano; su madre era una cristiana llamada Berta, que pertenecía a
la familia de los duques de Lorena y tenía extensas posesiones junto al Rin y al
Nahe.
El padre de Ruperto murió en una batalla, cuando su hijo era todavía pequeño. Berta se consagró totalmente a la educación del niño, quien tenía tal intuición en las verdades de la fe, que era más bien él quien enseñaba la religión a su madre. En una ocasión en que varios mendigos se acercaron a pedirle limosna, Ruperto dijo a su madre: «¡Mira! Todos estos son tus hijos». En otra ocasión en que Berta dijo a Ruperto que pensaba construir una iglesia, el niño le respondió: «Está muy bien; pero lo principal es obedecer a Dios, compartir el pan con los pobres y vestir a los desnudos». Estas palabras impresionaron tanto a Santa Berta, que inmediatamente fundó varios hospitales para los pobres.
El padre de Ruperto murió en una batalla, cuando su hijo era todavía pequeño. Berta se consagró totalmente a la educación del niño, quien tenía tal intuición en las verdades de la fe, que era más bien él quien enseñaba la religión a su madre. En una ocasión en que varios mendigos se acercaron a pedirle limosna, Ruperto dijo a su madre: «¡Mira! Todos estos son tus hijos». En otra ocasión en que Berta dijo a Ruperto que pensaba construir una iglesia, el niño le respondió: «Está muy bien; pero lo principal es obedecer a Dios, compartir el pan con los pobres y vestir a los desnudos». Estas palabras impresionaron tanto a Santa Berta, que inmediatamente fundó varios hospitales para los pobres.
Cuando Ruperto tenía doce años, Berta le llevó a Roma a visitar las tumbas
de los Apóstoles; a la vuelta de esa peregrinación, hicieron varias fundaciones
piadosas y repartieron entre los pobres el resto de sus bienes. En seguida se
retiraron a una ermita de la región montañosa de las cercanías de Bingen, que
más tarde recibió el nombre de Rupertsberg [Monte de Ruperto].
Ruperto murió a los veinte años de edad. Su madre siguió en el servicio de Dios sin cambiar de sitio, durante veinticinco años y fue sepultada junto a su hijo, en el convento que habían construido en las orillas del Nahe.
Ruperto murió a los veinte años de edad. Su madre siguió en el servicio de Dios sin cambiar de sitio, durante veinticinco años y fue sepultada junto a su hijo, en el convento que habían construido en las orillas del Nahe.
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El texto de la biografía escrita por santa Hildegarda se halla en Acta
Sanctorum, mayo, vol. III. Véase también P. Bruder, St. Rupertus Büchlein
(1883). Santa Berta no está incluida en el Martirologio actual.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Tomado de: El Testigo Fiel
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