San Aldelmo de
Sherborne, Obispo
Mayo 25
Martirologio Romano: En Inglaterra, san Aldelmo, obispo, varón célebre por su doctrina y escritos, que había sido abad de Malmesbury y después fue nombrado primer obispo de Sherborne, entre los sajones occidentales. († 709)
San Aldhelmo fue el primer sabio inglés cuya fama fama llegó al continente europeo. Se conservan varios de sus escritos, así en prosa como en verso, redactados en un latín singularmente oscuro. San Aldhelmo, que era pariente de Ine, rey de los sajones del oeste, nació hacia el año 639. Se educó en Malmesbury, bajo la dirección de un maestro irlandés, llamado Maildub. No sabemos exactamente dónde vivió al terminar sus estudios. Entre los treinta y los cuarenta años, san Aldhelmo se trasladó a Canterbury, que se había convertido en un importante centro de las ciencias humanas y divinas, gracias al arzobispo san Teodoro y a san Adrián. San Aldhelmo atribuía al abad Adrián los éxitos que obtuvo posteriormente en el terreno de la cultura. En Canterbury, o tal vez antes de ir a esa ciudad, el santo recibió la tonsura y tomó el hábito. Cuando Maildub se retiró de la enseñanza, san Aldhelmo pasó a Malmesbury para encargarse de la escuela. Hacia el año 683, fue nombrado abad.
Martirologio Romano: En Inglaterra, san Aldelmo, obispo, varón célebre por su doctrina y escritos, que había sido abad de Malmesbury y después fue nombrado primer obispo de Sherborne, entre los sajones occidentales. († 709)
San Aldhelmo fue el primer sabio inglés cuya fama fama llegó al continente europeo. Se conservan varios de sus escritos, así en prosa como en verso, redactados en un latín singularmente oscuro. San Aldhelmo, que era pariente de Ine, rey de los sajones del oeste, nació hacia el año 639. Se educó en Malmesbury, bajo la dirección de un maestro irlandés, llamado Maildub. No sabemos exactamente dónde vivió al terminar sus estudios. Entre los treinta y los cuarenta años, san Aldhelmo se trasladó a Canterbury, que se había convertido en un importante centro de las ciencias humanas y divinas, gracias al arzobispo san Teodoro y a san Adrián. San Aldhelmo atribuía al abad Adrián los éxitos que obtuvo posteriormente en el terreno de la cultura. En Canterbury, o tal vez antes de ir a esa ciudad, el santo recibió la tonsura y tomó el hábito. Cuando Maildub se retiró de la enseñanza, san Aldhelmo pasó a Malmesbury para encargarse de la escuela. Hacia el año 683, fue nombrado abad.
El santo fomentó mucho la religión y la educación en Wessex,
particularmente después de la elevación del rey Ine al trono, ya que fue
consejero de dicho monarca. Para instrucción y edificación de los pobres, a
quienes amaba mucho, el santo, que era un músico destacado, compuso versos y
cantos en inglés. El rey Alfredo admiraba mucho los himnos ingleses de san
Aldhelmo y las baladas compuestas por el siervo de Dios fueron muy populares
durante varios siglos; pero, desgraciadamente, no se conserva el texto de
ninguna de ellas. San Aldhelmo fundó los monasterios subsidarios de Frome y
Bradford-on-Avon y construyó varias iglesias. Todavía se conserva la que dedicó
a San Lorenzo, en Bradford-on-Avon, que es, sin duda, el más hermoso monumento
del arte sajón. A instancias de un sínodo reunido por el rey Ine, san Aldhelmo
escribió una carta a Gerainto, rey de Dummonia (Cornwall y Devon); gracias a
ella, aceptaron la costumbre romana muchos clérigos que hasta entonces habían
seguido la tradición celta, en la cuestión de la fecha de la Pascua. Se cuenta
que el santo hizo un viaje a Roma, pero no hay pruebas suficientes de la
veracidad de esta afirmación.
A la muerte de san Hedda, en 705, el territorio de Wessex se dividió en dos
diócesis; a san Aldhelmo tocó gobernar la región occidental y fijó su sede
episcopal en Sherborne. Cuatro años más tarde murió, cuando se hallaba visitando
la población de Doulting, cerca de Westbury. Su cuerpo fue trasladado a
Malmesbury con gran solemnidad. En el camino se plantaron cruces en los sitios
donde su cuerpo había descansado. El más conocido de los escritos de san
Aldhelmo es el tratado de la virginidad, que dedicó a las religiosas de Barking.
También se conservan algunos poemas latinos y un tratado de prosodia, en el que
la medida de los versos se ejemplifica con adivinanzas; por ello se ha dicho que
san Aldhelmo habría gozado con los crucigramas y juegos de palabras de nuestra
época. La fiesta del santo se celebra en las diócesis de Clifton, Plymouth y
Southwark.
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Autor: Alban Butler | Fuente: «Vidas de los santos»
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