Beata Petronila de Troyes o Moncel, Abadesa
Mayo 1
Mayo 1
fecha en el calendario anterior: 14 de mayo
†: 1355 - país: Francia
canonización: Conf. Culto: Pío IX 11 may 1854.
En Moncel, en la región de Beauvais, en Francia, beata Petronila, virgen, primera abadesa del monasterio de las Clarisas de aquel lugar.
Petronila, nacida de la noble familia de los condes de Troyes, en Francia,
fue educada religiosamente; joven aún logró ser admitida entre las hermanas
clarisas del Monasterio de Provins, donde perfeccionó sus virtudes,
particularmente la modestia, la humildad, la paciencia, y creció en un amor
ardiente por Cristo en el Sacramento de la Eucaristía y en la Cruz. Se preocupó
mucho por edificar a sus cohermanas más con el ejemplo que con la palabra y
transformó el monasterio en un centro de eficaz apostolado, extendiendo su
acción benéfica particularmente entre los pecadores, los afligidos y los
necesitados.
Para testimoniar su total amor a Cristo prometió buscar en todo y siempre
lo más perfecto. A esta promesa siguió un empeño de continua renovación, a lo
cual se añadieron numerosas penas por incomprensiones, pero Petronila salió
adelante con la continua oración, asistida por Dios con favores celestiales de
contemplación y éxtasis.
El rey de Francia, Felipe el Hermoso, fundó en 1309 un monasterio de
hermanas clarisas, dedicado a San Juan Bautista, en Moncel, cerca de
Pont-Ste-Maxence (Puente Santa Majencia) en la diócesis de Beauvais. Pero la
construcción del monasterio se retardó por la muerte del rey y solamente en 1336
se establecieron allí doce monjas clarisas venidas de los monasterios de
Longchamp, de San Marcelo de París, y de Santa Catalina de Provins. Una de las
hermanas venidas de Provins era Petronila de Troyes, quien fue escogida como
abadesa y fue entronizada solemnemente en presencia del rey Felipe de Valois y
de la reina Juana de Borgoña. Al año siguiente, el 27 de marzo de 1337 fue
consagrada la iglesia del monasterio por el cardenal de Boulogne.
La nueva abadesa formó un selecto grupo de almas generosas, entregadas a la
perfección seráfica. Sobresalió por la humildad y la delicadeza para con todas
sus cohermanas, especialmente para con las enfermas, mientras se hacía cada vez
más profunda su unión con el esposo celestial. Pero cuántas luchas debió
soportar, sobre todo por parte del demonio, que intentó arrojarla en la
desesperación. Muchas jóvenes siguieron su ejemplo y pronto el monasterio de
Moncel se convirtió en un cenáculo de almas selectas. Después de ocho años de
sabio gobierno, Petronila renunció a su mandato, para mejor prepararse al
encuentro final con el esposo celestial. Vivió todavía once años de vida oculta
y humilde. El 1 de mayo de 1355 abandonó la tierra para volar a la eterna fiesta
del cielo. Concedió oficio y misa en su honor Pío IX el 11 de mayo de
1854.
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fuente: «Franciscanos para cada día» Fr. G. Ferrini O.F.M.
fuente: «Franciscanos para cada día» Fr. G. Ferrini O.F.M.
Tomado de: El Testigo Fiel
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