San Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia
Mayo 10
Patrono del clero secular español
Martirologio Romano: Memoria de san Juan de Ávila, presbítero, que falleció en Montilla, lugar de Andalucía, en España; había recorrido toda la región de la Bética predicando a Cristo, y después, habiendo sido acusado injustamente de herejía, fue recluido en la cárcel, donde escribió la parte más importante de su doctrina espiritual. († 1569)
Patrono del clero secular español
Martirologio Romano: Memoria de san Juan de Ávila, presbítero, que falleció en Montilla, lugar de Andalucía, en España; había recorrido toda la región de la Bética predicando a Cristo, y después, habiendo sido acusado injustamente de herejía, fue recluido en la cárcel, donde escribió la parte más importante de su doctrina espiritual. († 1569)
Fecha de beatificación: 4 de abril de 1894 por el Papa León XIII.
Fecha de canonización: 1 de junio de 1970 por el Papa Pablo VI
Nacido en Almodóvar del Campo, Ciudad Real (España), el 6 de enero de 1499 ó 1500. El año 1513 fue a estudiar leyes a Salamanca. Regresó a casa después de cuatro años y, aconsejado por un franciscano, estudió filosofía y teología. Al poco tiempo murieron sus padres. Fue ordenado sacerdote el año 1526. A su primera misa asistieron doce pobres que comieron a su mesa. El padre Juan de Ávila repartió sus bienes a los pobres y se entregó a la oración y a la enseñanza del catecismo.
Nacido en Almodóvar del Campo, Ciudad Real (España), el 6 de enero de 1499 ó 1500. El año 1513 fue a estudiar leyes a Salamanca. Regresó a casa después de cuatro años y, aconsejado por un franciscano, estudió filosofía y teología. Al poco tiempo murieron sus padres. Fue ordenado sacerdote el año 1526. A su primera misa asistieron doce pobres que comieron a su mesa. El padre Juan de Ávila repartió sus bienes a los pobres y se entregó a la oración y a la enseñanza del catecismo.
El año 1535, llamado por el obispo, marchó a Córdoba donde conoció a fray
Luis de Granada. Allí organizó predicaciones por los pueblos obteniendo muchas
conversiones de personas importantes. Dedicó también mucho tiempo al clero para
quien fundó centros de estudios como los colegios de San Pelagio y de la
Asunción. Al año siguiente, se desplazó a Granada a donde fue llamado para
ayudar al arzobispo Gaspar de Ávalos en la fundación de la universidad. En esa
ciudad tuvo lugar la conversión de san Juan de Dios, quien después de haber
escuchado la predicación del padre Juan de Ávila decidió dedicar su vida a los
pobres, enfermos y menesterosos.
El grupo sacerdotal de Juan de Ávila se formó en Granada hacia el año 1537.
Los sacerdotes operarios, que se dedicaban a la predicación, vivían en
comunidad, bajo la obediencia del maestro Ávila. Él les aconsejaba robustecer su
vida interior: recibir frecuentemente la confesión y comunión, hacer dos horas
de oración de mañana y tarde, y estudiar el Nuevo Testamento.
Juan acudió a Baeza (Jaén) en 1539, donde ayudó en la fundación de la Universidad, quizá su fundación más célebre. En todas las ciudades por donde pasaba, Juan de Ávila procuraba dejar la fundación de algún colegio o centro de estudios para sacerdotes: tres colegios mayores o universidades y once colegios.
Juan acudió a Baeza (Jaén) en 1539, donde ayudó en la fundación de la Universidad, quizá su fundación más célebre. En todas las ciudades por donde pasaba, Juan de Ávila procuraba dejar la fundación de algún colegio o centro de estudios para sacerdotes: tres colegios mayores o universidades y once colegios.
Desde 1551 comenzó a sentirse enfermo. Las molestias de su enfermedad le
obligaron a residir en Montilla hasta su muerte. Su retiro le dio la posibilidad
de escribir con calma sus cartas y preparar mejor sus sermones y tratados. Las
cartas de Juan de Ávila llegaban a todo rincón de España e incluso de Roma. De
todas partes le pedían consejo obispos, personas de gobierno, sacerdotes y
seminaristas, discípulos, conversos, personas humildes, enfermos, religiosos y
religiosas. Estuvo relacionado con grandes santos del siglo de oro español: Juan
de Dios, Ignacio de Loyola, Francisco de Borja, Teresa de Jesús. Esta última le
dio a examinar el libro de su vida.
Una de las virtudes principales del padre Juan de Ávila fue su gran amor a la Eucaristía. Ya enfermo, quiso ir a celebrar misa a una ermita, pero por el camino se sintió imposibilitado. Entonces, el Señor se le apareció, en figura de peregrino, y le animó a llegar hasta la meta. En una de las últimas ocasiones en que celebró la misa le habló el crucifijo: “Perdonados te son tus pecados”.
Una de las virtudes principales del padre Juan de Ávila fue su gran amor a la Eucaristía. Ya enfermo, quiso ir a celebrar misa a una ermita, pero por el camino se sintió imposibilitado. Entonces, el Señor se le apareció, en figura de peregrino, y le animó a llegar hasta la meta. En una de las últimas ocasiones en que celebró la misa le habló el crucifijo: “Perdonados te son tus pecados”.
Murió el 10 de mayo de 1569. Santa Teresa, al enterarse de la muerte de
Juan de Ávila, se puso a llorar. Cuando le preguntaron por qué lloraba,
respondió: “Lloro porque la Iglesia de Dios pierde pierde a una gran columna”.
Fue beatificado el 4 de abril de 1894 por el papa León XIII. Pío XII lo declaró
Patrono del clero secular español el 2 de julio de 1946, y el papa Pablo VI lo
canonizó el 31 de mayo de 1970.
El 7 de octubre de 2012 su nombre fue agregado a la lista de Doctores de la
Iglesia por el Papa Benedicto XVI.
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Autor: P. Ángel Amo | Fuente: Catholic.net
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