San Matías, Apóstol y Mártir
Mayo 14Etimológicamente significa “don de Dios”. Viene de la lengua hebrea.
Clemente de Alejandría, basándose en la tradición, afirma que San Matías
fue uno de los 72 discípulos que el Señor envió a predicar durante su
ministerio. Los hechos de los Apóstoles afirman que Matías acompañó al Salvador,
desde el Bautismo hasta la Ascensión.
Cuando San Pedro decidió proceder a la elección de un nuevo Apóstol para
reemplazar a Judas, los candidatos fueron José, llamado Bernabé y Matías.
Finalmente, la elección cayó sobre Matías, quien pasó a formar parte del grupo
de los doce.
El Espíritu Santo descendió sobre él en Pentecostés y Matías se entregó a
su misión.
Clemente de Alejandría afirma que se distinguió por la insistencia con que
predicaba la necesidad de mortificar la carne para dominar la sensualidad. Esta
lección la había aprendido del mismo Jesucristo.
Según la tradición, predicó primero en Judea y luego en otros países. Los
griegos sostienen que evangelizó la Capadocia y las costas del Mar Caspio, que
sufrió persecuciones de parte de los pueblos bárbaros donde misionó y obtuvo
finalmente la corona del martirio en Cólquida.
Los "Menaia" griegos sostienen que fue crucificado. Se dice que su cuerpo
estuvo mucho tiempo en Jerusalén y que Santa Elena lo transladó a Roma.
=
ACI Prensa
Este es el apóstol No. 13 (El 14 es San Pablo). Es un apóstol "póstumo" (Se
llama póstumo al que aparece después de la muerte de otro). Matías fue elegido
"apóstol" por los otros 11, después de la muerte y Ascensión de Jesús, para
reemplazar a Judas Iscariote que se ahorcó. La S. Biblia narra de la siguiente
manera su elección:
"Después de la Ascensión de Jesús, Pedro dijo a los demás discípulos:
Hermanos, en Judas se cumplió lo que de él se había anunciado en la Sagrada
Escritura: con el precio de su maldad se compró un campo. Se ahorcó, cayó de
cabeza, se reventó por medio y se derramaron todas sus entrañas. El campo
comprado con sus 30 monedas se llamó Haceldama, que significa: "Campo de
sangre". El salmo 69 dice: "su puesto queda sin quién lo ocupe, y su habitación
queda sin quién la habite", y el salmo 109 ordena: "Que otro reciba su
cargo".
"Conviene entonces que elijamos a uno que reemplace a Judas. Y el elegido
debe ser de los que estuvieron con nosotros todo el tiempo en que el Señor
convivió con nosotros, desde que fue bautizado por Juan Bautista hasta que
resucitó y subió a los cielos".
Los discípulos presentaron dos candidatos: José, hijo de Sabas y Matías.
Entonces oraron diciendo: "Señor, tú que conoces los corazones de todos,
muéstranos a cual de estos dos eliges como apóstol, en reemplazo de
Judas".
Echaron suertes y la suerte cayó en Matías y fue admitido desde ese día en
el número de los doce apóstoles (Hechos de los Apóstoles, capítulo 1).
San Matías se puede llamar un "apóstol gris", que no brilló de manera
especial, sino que fue como tantos de nosotros, un discípulo del montón, como
una hormiga en un hormiguero. Y a muchos nos anima que haya santos así porque
esa va a ser nuestra santidad: la santidad de la gentecita común y corriente. Y
de estos santos está lleno el cielo: San Chofer de camión y Santa Costurera. San
Cargador de bultos y Santa Lavandera de ropa. San Colocador de ladrillos y Santa
Vendedora de Almacén, San Empleado y Santa Secretaria, etc. Esto democratiza
mucho la santidad, porque ella ya no es para personajes brillantes solamente,
sino para nosotros los del montón, con tal de que cumplamos bien cada día
nuestros propios deberes y siempre por amor de Dios y con mucho amor a
Dios.
San Clemente y San Jerónimo dicen que San Matías había sido uno de los 72
discípulos que Jesús mandó una vez a misionar, de dos en dos. Una antigua
tradición cuenta que murió crucificado. Lo pintan con una cruz de madera en su
mano y los carpinteros le tienen especial devoción.
=
Fuente: EWTN
No hay comentarios.:
Publicar un comentario