San Poncio de Planedis,
Mártir
Mayo 24
1242 d.C. En la Real Villa de Moyá, diócesis de Vich, en
Cataluña. la antigua Modilianum, nació Poncio de la distinguida familia de los
Planellas, Planedis, emparentada con las de los condes de Llar y Marqueses de
Castellvell. Santa y sabiamente educado, pasó a Barcelona para seguir su carrera
literaria, y hechos en ésta grandes progresos, oyendo la voz de Dios que le
llamaba al claustro, vistió el hábito dominicano en la misma Barcelona. Habiendo
hecho su profesión, ordenado de sacerdote, se dedicó con copioso fruto a la
predicación, siendo algunos años después nombrado prior del convento de Lérida,
que acababa de fundarse en 1230.
Su gran santidad, inocencia de vida, asombrosa
penitencia, superior talento y celo por la gloria de Dios y bien de las almas,
llegaron a conocimiento del Papa Gregorio IX, y este sabio Pontífice, queriendo
oponer un fuerte muro a los daños que en la parte de Urgel causaban los restos
del Albigenismo, que, pasado el Pirineo, se refugiaron en aquel país; con
decreto de 26 de mayo de 1233 le nombró inquisidor. Fuerte martillo contra el
error, en sus disputas y con su predicación convirtió a muchos secuaces de la
herejía, obligando a Ramón de Castellbó y a su esposa Doña Timors a abjurarla
ante el Obispo de Urgel, junto con su hijo Guillermo, barón de Catellbó, fautor
principal de los albigenses. Irritó esto sobremanera a los más contumaces en el
error, y undía que el Santo predicó en dicha población, le envenenaron, acabando
de matarle a palos y puñaladas el 24 de mayo de 1242.
Noticiosos de su martirio el Prelado y Clro de Urgel,
pasaron a recoger su santo cadáver para darle en su catedral honrosa sepultura,
y estando el sol en su ocaso, renovando el prodigio del tiempo de Josué, se paró
por espacio de seis horas, hasta que llegada la solemne procesión y verificada
la ceremonia del entieroo, quedó sin luz solar el sitio a las doce y media de la
noche. Habiéndose obrado muchísimos milagros en su sepulcro, fueron sus
reliquias puestas en una urna de madera pintada y dorada, colocadas sobre un
altar de dicha Catedral, donde se veneran hasta el
presente.
Su patria la Villa de Moyá, que lo venera sigls ha en
el altar del Santísimo Sacramento de su preciosa iglesia parroquial y encima del
altar mayor del templo de San Sebastián , en 1880 logró parte de sus reliquias,
que, dadas por la Catedral de Urgel junto con las de otro hijo suyo, dominico,
inquisidor y mártir, San Pedro de la Cadireta, las recibió con grandes y
solemnísimas fiestas en el citado año.
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Fuente: samuelmiranda.com.mx
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