San Epifanio de Salamina, Obispo
Mayo
12
Obispo de Constancia, antigua Sálamis
Uno de los Heresiólogos más importantes de la antigüedad y notable Teólogo Mariano del s. IV.
Obispo de Constancia, antigua Sálamis
Uno de los Heresiólogos más importantes de la antigüedad y notable Teólogo Mariano del s. IV.
Martirologio Romano: En Salamina, en Chipre, san Epifanio, obispo, el cual sobresalió por su vasta erudición y por su conocimiento de las ciencias sagradas, y fue admirable también por su santidad de vida, por su celosa defensa de la fe católica, por su generosidad para con los pobres y por su poder taumatúrgico (403).
Etimológicamente: Aquel que presenta su opinión, es de origen
griego.
Nace alrededor del año 315 en una aldea cercana a Eleuterópolis, no lejos de Gaza, en Palestina (cfr. Sozomeno, Historia Eclesiástica).
Nace alrededor del año 315 en una aldea cercana a Eleuterópolis, no lejos de Gaza, en Palestina (cfr. Sozomeno, Historia Eclesiástica).
Su formación espiritual es comenzada por S. Hilarión, padre de los monjes
de Palestina. Vive algunos años en Egipto junto a los grandes solitarios, donde
según su propio testimonio mujeres gnósticas intentan atraerle a su forma de
vida.
Adquiere conocimientos de griego, siriaco, hebreo, copto y algo de
latín.
Por el año 335 funda en su pueblo natal un monasterio que gobierna durante
casi 30 años. El a. 367 los obispos de Chipre le eligen obispo de Constancia,
cargo que le have metropolita de toda la isla.
En el cisma de Antioquía se alinea en contra de Melecio con quien rehúsa
restablecer la comunión eclesiástica y a quien acusa de estar en relación con
los pneumatómacos. No es seguro que estuviese en el Concilio I de Constantinopla
(a. 381), cuyas primeras sesiones preside el mismo Melecio, puesto que no figura
entre los firmantes.
Se le encuentra al año siguiente en Roma (San Jerónimo, Epístola, 108,6: PL
22, 881).
Envuelto en querellas eclesiásticas y opuesto a toda especulación
metafísica en teología así como a la interpretación de la San Epifanio en
sentido alegórico, no sólo condena al origenismo, que estima la más peligrosa de
todas las herejías, sino que es implacable en su persecución.
Aproximadamente en el 392 pronuncia un discurso en Jerusalén, invitado por
el obispo Juan, en el que pide la condenación de Orígenes. Asiste numeroso
público y el propio obispo Juan, defensor de Orígenes. Con este discurso
comienza la primera controversia origenista, ya que Juan le contesta esa misma
tarde (San Jerónimo, Contra Johannem, II: PL 23,363).
En 394, en carta dirigida al obispo Juan (que le había acusado de haber
violado sus derechos al ordenar al monje Paulino sin contar con él) expone con
detalle los errores de Orígenes y pide a Juan que le condene (San Jerónimo,
Epístola, 51: PG 22,517). Ante la negativa de Juan, Epifanio rompe la comunión
con él.
El a. 400 es condenado Orígenes por un Concilio convocado en Alejandría por
el metropolita local Teófilo. Epifanio aúna sus esfuerzos con los de Teófilo
para expulsar de sus monasterios a los famosos «Cuatro Hermanos Largos» y a
otros adeptos a Orígenes.
Al darles asilo San Juan Crisóstomo, Epifanio marcha a Constantinopla para
emprender personalmente la guerra contra el Crisóstomo y obtener su condenación.
Al llegar a la ciudad, rehúsa la hospitalidad que le ofrece San Juan Crisóstomo,
e incluso se niega a participar en la Eucaristía celebrada por él mismo. Ante
los motines populares en defensa del Crisóstomo, y apercibido de los manejos de
Teófilo (ni el Crisóstomo ni los monjes egipcios eran los terribles herejes que
se le habían descrito), abandona Constantinopla, y embarca para Chipre muriendo
en alta mar el a. 402.
Su postura pesará mucho en las decisiones del sínodo de la Encina, que
depone al Crisóstomo el a. 403 (Focio, Biblioteca, LIX: PG 103,108).
Existe una biografía suya (PG 41,24-113), que, aunque pretende estar
escrita por dos de sus discípulos, Juan y Polibio, es muy posterior y contiene
más de leyenda que de historia. Su fiesta se celebra el 12 de mayo.
Obras. Ancoratus (El hombre seguro, anclado). Compendio del dogma escrito
en el a. 374, trata especialmente cuestiones trinitarias. Termina con dos
profesiones de fe: en torno a la primera (cap. 119: PG 43,232233), se duda si
era el símbolo bautismal de la Iglesia de Constancia y después aceptado por el
Concilio de Constantinopla con ligeros retoques, o si E. transcribía el símbolo
de Nicea, después retocado o cambiado por un copista. La segunda (cap. 120: PG
43,233-236) está compuesta por el propio Epifanio.
Panarion (Botiquín o remedio contra todas las herejías). Escrito entre
374-377, citado comúnmente Haereses, enumera 80 herejías, incluyendo doctrinas
anteriores al cristianismo. El epítome final (PG 42,833-886) no parece que sea
del autor.
Escritos sobre arqueología bíblica: De mensuris et ponderibus (Sobre los
pesos y medidas del Antiguo Testamento, escrito en 392) y De XII gemmis (Sobre
las 12 piedras preciosas del pectoral del Sumo Sacerdote, escrito en 394).
Cartas. De su abundante correspondencia sólo nos han llegado fragmentos y
dos cartas traducidas por S. Jerónimo (PG 22,517-526 y 758).
Doctrina. Radicalmente tradicionalista, su obra es esencialmente polémica.
Defensor intransigente del omousios (consustancial) de Nicea y hostil a toda
fórmula de compromiso. Encuentra en la educación griega la fuente principal de
las herejías. Intolerante en la cuestión de las imágenes y en su lucha contra
Orígenes, no aprecia los valores positivos de aquellos a quienes combate. Afirma
repetidas veces que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo (PG 43,148).
Coloca en la profesión de fe que María fue siempre virgen (PG 43,233). La
Iglesia, depositaria de la verdad, es al mismo tiempo vía de acceso a la misma
(PG 41,1036).
=
Fuente: santopedia.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario