San Peregrino de Auxerre, Obispo y Mártir
Mayo 16
Mayo 16
†: s. IV/V - país: Francia
otras formas del nombre: Pèlerin
canonización: pre-congregación
En el lugar de Bouhy, del territorio de Auxerre, en la Galia, san Peregrino, mártir, venerado como primer obispo de esta ciudad.
La leyenda, que data de muy antiguo, cuenta que el papa Sixto II consagró
al primer obispo de Auxerre, san Peregrino, y le envió a la ciudad a instancias
de los cristianos. San Peregrino desembarcó en Marsella, donde predicó el
Evangelio, y lo mismo hizo en Lyon. Durante su episcopado, se convirtieron al
cristianismo casi todos los habitantes de Auxerre.
El santo construyó una iglesia en las riberas del Ionne y evangelizó las regiones circundantes. En las montañas de Puisaye, a unas diez leguas al sudeste de Auxerre, se levantaba la ciudad de Intaranum (actualmente Entrains), en la convergencia de varios caminos.
El prefecto romano tenía allí su palacio, y la ciudad se había convertido en un centro de adoración de las divinidades paganas. Durante las fiestas de la dedicación de un nuevo templo a Júpiter, san Peregrino se presentó en Intaranum y exhortó a la turba a renunciar a la idolatría. Inmediatamente fue arrestado y llevado ante el gobernador, quien le condenó a muerte. El santo obispo fue degollado, después de sufrir crueles torturas. No se puede dudar de la historicidad del martirio de san Peregrino, pues el Martyrologium Hieronymianum lo conmemora en este día y afirma que tuvo lugar en «vicus Baiacus» (Bouhy), donde fue sepultado el santo.
El santo construyó una iglesia en las riberas del Ionne y evangelizó las regiones circundantes. En las montañas de Puisaye, a unas diez leguas al sudeste de Auxerre, se levantaba la ciudad de Intaranum (actualmente Entrains), en la convergencia de varios caminos.
El prefecto romano tenía allí su palacio, y la ciudad se había convertido en un centro de adoración de las divinidades paganas. Durante las fiestas de la dedicación de un nuevo templo a Júpiter, san Peregrino se presentó en Intaranum y exhortó a la turba a renunciar a la idolatría. Inmediatamente fue arrestado y llevado ante el gobernador, quien le condenó a muerte. El santo obispo fue degollado, después de sufrir crueles torturas. No se puede dudar de la historicidad del martirio de san Peregrino, pues el Martyrologium Hieronymianum lo conmemora en este día y afirma que tuvo lugar en «vicus Baiacus» (Bouhy), donde fue sepultado el santo.
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El relato se basa en dos textos, uno de los cuales se halla en Acta
Sanctorum, mayo, vol. III y el otro, en Migne, PL., vol. 138, ce. 219-221. Ver
también Duchesne, Fastes Episcopaux, vol. II, p. 431.
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Tomado de: El Testigo Fiel
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